UN METROBÚS TRUNCO

 

 JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

Sin la parte de Gómez Palacio y Lerdo, el del Metrobús Laguna estará destinado a ser un proyecto trunco, toda vez que originalmente fue concebido para comprender la zona conurbada de la Región Lagunera.

Y entonces no puede ser denominado Metrobús Laguna. En todo caso sería un “Metrobús Torreón-Matamoros”. O un “Metrobús Laguna de Coahuila”. O bien, esperar que prosperen los esfuerzos de los gobernadores de Coahuila y Durango ante instancias federales para que se reconsidere dicho proyecto en Gómez Palacio y Lerdo, luego de la tontería de la votación a mano alzada como procedió el presidente Andrés Manuel López Obrador para decidir si habría o no Metrobús.

En Torreón avanza la obra física, con todo y postergación tras postergación. El gobernador Miguel Ángel Riquelme parece haber dado una fecha definitiva para que empiece a operar este modelo de movilidad urbana: febrero del año próximo. Y es que en abril de 2018, el secretario de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad del Estado, Gerardo Berlanga Gotés, anunciaba optimista, que en abril de 2019 el Metrobús arrancaría operaciones, pues “avanzaban rápidamente” los carriles exclusivos con sus paraderos, así como las reuniones con los concesionarios del transporte para definir el modelo de negocios con la correspondiente tarifa. Nada de lo cual ocurrió y el proyecto se pospuso por enésima ocasión.

Los transportistas tienen toda la razón al quejarse de que no los han tomado en cuenta, sino hasta en últimas fechas, después de ignorarlos y de dejarlos “plantados” en varias ocasiones. Posiblemente se trate de una estrategia de las autoridades estatales, pues los concesionarios nunca han sido ejemplo de disposición para ofrecer un mejor servicio a los usuarios. Como sea, los dirigentes de transportistas han tildado de mentiroso a Berlanga.

La obra va y esperemos que, ahora sí, se cumpla su concreción en la última fecha señalada, a pesar del pesimismo del diputado federal por Morena, Javier Borrego Adame, quien vaticina que “será un fracaso” porque el aforo no lo justifica y está mal proyectado de origen.