¿Solo refinería? Tabasco también avanza en un nuevo puerto

 

Tabasco quiere aprender del pasado. Ahora que la entidad sureña se asoma a un nuevo boom, con la construcción y operación de la refinería de Dos Bocas, que gestiona el gobierno federal, la administración estatal quiere aprovecharlo para cambiar su vocación económica hacia otra que privilegie su riqueza agropecuaria.

Durante casi 30 años, la entidad se vio favorecida por la explotación petrolera, pero la caída de los precios del crudo, una menor producción del mismo y los recortes presupuestales a Petróleos Mexicanos (Pemex) terminaron por afectar la economía tabasqueña hundiéndola en una crisis de la que no se levanta desde 2014.

“Los gobiernos anteriores basaron la economía del estado en el petróleo y eso es un espejismo”, sostiene Mayra Elena Jacobo, secretaria del Desarrollo Económico y la Competitividad (Sedec), quien se ha propuesto revertir esa situación con inversiones en nuevas actividades y obras. Una de las más importantes es un nuevo puerto de 311 hectáreas en la ciudad de Frontera, según una entrevista con el portal web Expansión.

El puerto, indica, dará servicio a las más de 30 empresas petroleras, pero tendrá un área comercial. “Nosotros exportamos plátano, cítricos, madera, cacao. Acabamos de enviar un tráiler de cacao a Francia, a la mayor chocolatera de allá, y nuestros productos salen por el puerto de Veracruz, eso los encarece”, indica la funcionaria.

 

 ¿Cómo llegó Tabasco a tener las tasas de desempleo más altas del país?

Desgraciadamente, los gobiernos anteriores basaron la economía de nuestro estado en el petróleo y eso es un espejismo. El petróleo genera mucha derrama económica, pero no es un generador de empleos a largo plazo y tampoco forma empresarios. La economía petrolera tiene un periodo de vida que estimamos de 20 años. En nuestro caso, ese periodo se acabó, se vencieron los plazos y nos quedamos sin ningún tipo de economía.

En este momento, estamos volviendo a tener una economía basada en el petróleo. Hay muchas empresas que están viendo al estado ha hacer sus exploraciones y perforaciones y eso significa derrama económica. Pero está vez no nos puede pasar lo mismo, no podemos tropezarnos con la misma piedra. Tenemos que preparar a nuestro estado para que en 20 o 30 años tengamos una economía basada en la industrialización, en la comercialización y que retomemos nuestro sector primario.

La tasa de empleo comenzó a caer desde hace 12 años y en el sexenio pasado estuvimos en los últimos lugares de empleo. El reto de esta administración es retomar la media nacional para estabilizar la economía.

 

¿La refinería de Dos Bocas que construirá el gobierno federal les ayudará a conseguirlo?

Por supuesto, va a generar empleos que es lo que a fin de cuentas se necesita. Es un proyecto federal que nos va ayuda, pero ése no es el tipo de empleo y economía que yo quiero detonar. El que queremos es el de una economía industrial que genere empresarios y emprendedores que en ese lapso de 20 años –que dura el boompetrolero- nos ayude a esa industrialización.

 

¿Y qué están haciendo para no repetir la historia?

Estamos saliendo a vender nuestro estado. Está llegando a Tabasco inversión para cosas totalmente diferentes al sector petrolero. Ya tenemos la primera inversión importante, que es de la refresquera Cooperativa Pascual, va a hacer una planta para producir sus productos y distribuirlos en el Sureste. La planta generará unos 300 empleos y una derrama de 250 millones de pesos. Pero también va a detonar empleos indirectos porque van a consumir la fruta local, como piña, mango, cítricos, cacao para utilizarla en sus productos.

Hay muchas inversiones que están en puerta. Tenemos a Yanko Development Group, una empresa que viene de China y que la próxima semana va a inaugurar su sala de exhibición. Ellos están interesados en establecer una planta de armado de lámparas aquí. Ya hubo un primer acercamiento y ya tienen una empresa constituida en Tabasco.

 

¿Qué tareas tiene que hacer para cambiar la vocación económica del estado?

Ahorita estamos en una expo petrolera en León, Guanajuato, pero allá estamos negociando el tema de las telecomunicaciones y conectividad. Otra cosa que nos preocupa y ocupa es el tema del gas. Son dos puntos importantes: gas y conectividad, con eso podemos meter industrias al estado.

También estamos otorgando beneficios fiscales a los empresarios y acompañamiento de softlanding hasta terminar su proceso –de instalación-. Aquí tenemos 50 centros de distribución y se está comenzando a construir un nuevo centro de Walmart para productos fríos. No recuerdo exactamente la cifra, pero es una inversión de 500 millones de dólares y es para atender toda la región del sureste. Tabasco es un punto estratégico para la distribución de sus productos.

 

Menciona gas y conectividad ¿cómo están en este momento en esos temas?

Tenemos mucho gas, pero por convenios anteriores que hicieron otras administraciones federales, el gas que producimos se envía a otros lados. Tenemos gas, pero no es para nosotros. Lo que queremos hacer es poner una planta que produzca y almacene ese gas para poderlo procesar. La industria se mueve alrededor de eso y si queremos atraerla tenemos que solucionarlo.

Sería una inversión con privados. Muchos vienen y nos preguntan en qué pueden invertir y nosotros les decimos lo que el estado necesita, así que ya tendrían asegurada la demanda.

 

¿La infraestructura que tienen es suficiente para atender a las nuevas empresas?

Hay un punto importante y es que Tabasco necesita un puerto nuevo y lo tenemos en desarrollo. El puerto de Dos Bocas, que está frente a lo que será la nueva refinería, tiene una vocación 100% petrolera. Es el puerto que ayuda a operar a Pemex, pero cuando las 30 empresas que tuvieron adjudicaciones requieran mover sus equipos y barcos van a necesitar dónde poner sus estaciones, así que necesitaremos un puerto que esté a la altura de esas necesidades.

Pero como estamos visualizando un Tabasco diferente y no nada más petrolero, ese mismo puerto tendrá un área comercial, porque nosotros exportamos plátano, cítricos, madera, cacao. Acabamos de enviar un tráiler de cacao a Francia, a la mayor chocolatera de allá, y nuestros productos salen por el puerto de Veracruz y eso los encarece.

 

¿Dónde estará ubicado el nuevo puerto?

Ya tenemos los terrenos y se están haciendo los estudios pertinentes de barimetría. Está en Frontera, a 30 kilómetros de Dos Bocas. Son 311 hectáreas que tiene la Sedec a través de un fideicomiso. Tenemos la meta de que en tres años como máximo esté la obra.

 

¿Cuántos empleos podría generar esa obra?

Casi llegaríamos a lo que tendría la refinería de Dos Bocas -23,000 empleos directos y más de 100,000 indirectos según cálculos del gobierno federal- sería la primera en importancia después de la refinería por generación de empleos.

 

¿Se va a construir con inversión pública o privada?

Todavía lo estamos evaluando porque hay muchas empresas internacionales interesadas, que son las que pueden hacer eso, porque tenemos que buscar la que nos dé la mejor calidad y en el tiempo en el que lo necesitamos.

Por temas políticos esto se atoró mucho. El terreno tiene más de seis años que lo tenemos y ahorita la visión de todos es que necesitamos el puerto. No se podía hacer antes porque no había la demanda suficiente, pero ahorita sí y es urgente hacerlo, ya tengo las solicitudes de las empresas petroleras para que les demos el servicio en el puerto.

 

¿Cuándo planean empezar la obra y cuánta inversión requerirá?

La obra tendría que empezar a principios del próximo año, en 2020. Para entonces ya debe estar definido con las autoridades y con todas sus autorizaciones, estamos trabajando en eso. En cuanto a la inversión, no puedo dar una cifra en este momento hasta que tengamos el proyecto concluido, pero será de muchos miles de millones de dólares. Así que para fin de año debemos tener todos los estudios listos. (EXPANSIÓN)