CÁPSULAS SARAPERAS

El Batallón de San Patricio en Saltillo 

En esta ocasión te platicó que en el año de 1846 el presidente norteamericano de apellido Polk decidió enviar al ejército de su país para invadir el territorio mexicano por un conflicto territorial, con la firme intención de apoderarse de tierras aztecas.

Entre las filas de ese ejército invasor, existía un grupo de aproximadamente ochocientos soldados, los cuales, en su mayoría eran irlandeses, pero también había franceses, alemanes, italianos, canadienses y hasta polacos, quienes llegaron bajo la sombra y el amparo de la bandera de las franjas y estrellas pero que sufrían discriminación por sus creencias religiosas, pues practicaban el catolicismo y la mayoría de los norteamericanos eran protestantes. Ellos, los extranjeros, conformaban el Batallón de San Patricio, nombre utilizado en honor al Santo Patrono de Irlanda. Los gringos realmente no tenían confianza ante los irlandenses asegurando que le rendián más lealtad a Roma que a Washington.

Al llegar al territorio mexicano se sintieron identificados no unicamente con el fervor católico del pueblo de México, además fueron testigos de las injusticias con las que el invasor avanzaba hacia la capital del país, pues aprovechando que nuestra joven nación, seguía en guerras intestinas, el ejercito yankee, además de estar mas y mejor organizado, sus integrantes cometían abusos, robos y demás contra el pueblo indefenso, por lo que decidieron desertar y así unirse a las fuerzas del ejército azteca.

Y sí, amigas y amigos Saltillenses, estuvieron en esta hermosa ciudad de Saltillo en febrero de 1847 defendiendo el territorio nacional en la batalla de la Angostura, cerquita de ahí por donde hoy se encuentra la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Incluso en esa batalla, la primera defensa mexicana fue realizada por el Batallón de San Patricio, logrando capturar dos cañones del ejército invasor.

Su comandante, quien se llamaba John O’Reilly, en dicha batalla se dio cuenta de la falta de pericia, de la irresponsabilidad militar y de la falta de patriotismo por parte de Antonio López de Santa Ana, el quince uñas, quien no supo aprovechar su cuasi victoria y por regresarse a la Ciudad de México, para sofocar la rebelión de los Polkos, dejó ir de sus manos la victoría en La Angostura sobre el invasor norteameicano.

El batallón de San Patricio participó del lado de los mexicanos en varias batallas, destacando la de Churubusco, donde lograron infringir una cantidad considerable de bajas al ejército enemigo.

Al ganar esta guerra tan desigual los norteamericanos, emprendieron una búsqueda insaciable tras los integrantes a este heroico batallón, a quienes capturaron, los marcaron cual si fueran ganado con una letra D en su cara con un hierro candente para así señalarlos por desertores, condenados a trabajos forzados y muchos ahorcados mirando hacia el lugar de la batalla de Chapultepec.

Así es amigas y amigos el batallón de San Paticio, integrado la mayoría por irlandeses, defendió a México y a Saltillo. Por eso deberíamos llamarles ya Saltillenses y por supuesto de esos, como muchos que tenemos y que valen la pena presumir.