CINEMATÓGRAFO

“Serpiente emplumada”, una buena muestra del poco cine que llega de Centroamérica  

Es cierto que poco, muy poco de cine centroamericano llega nuestro país. Cuando tenemos la fortuna de recibir filmes de estas latitudes, hay que aprovecharlos, aunque en ocasiones nos llevemos algunas decepciones. El caso de “Serpiente emplumada”, un documental dirigido por Ricky López Bruni, guatemalteco por cierto –igual que la producción- es diferente, veamos porqué…

En primer término, habrá que explicar que el director, antes que regirse drásticamente por los elementos del lenguaje cinematográfico –el cual respeta casi con cabalidad-, busca destacar las condiciones naturales en las que vive una hermosa ave conocida como quetzal. Todo esto, debido a su perfil de antropólogo o visto de una manera diferente, porque no es cineasta, sin embargo, la parte de la estética visual, el montaje y el ritmo, así como la emotividad que le imprime al relato visual, es más que destacada.

En segundo término, la reconstrucción histórica que López Bruni concreta en torno al quetzal, al concebirlo como un animal de gran importancia en las diversas culturas centroamericanas de la Mesoamérica antigua, no sólo la maya, también las civilizaciones que vivieron en lo que hoy es México.

Por otro lado, en la historia que nos cuenta el director chapín, adiciona como contexto la recopilación de testimonios importantes sobre el deterioro de la naturaleza, hechos a especialistas en diferentes ramas del conocimiento y la cultura, cuya aportación es ilustrativa al tema.

En términos generales, “Serpiente emplumada” es un documental ilustrativo y que se puede disfrutar, cumpliendo con una de las máximas del cine que es entretener, pero con un sentido ilustrativo y a todas luces, valeroso.

Celebre que las cinematografías que poco producen y todavía menos exportan –con respecto al monstruo hollywoodense-, como la guatemalteca, tenga expresiones cinematográficas tan provechosas que lleguen a nuestro país.

Indudablemente es un filme recomendable que aún no se estrena comercialmente –hasta el 14 de junio-, pero que ya tuvo presencia en el Festival de cine en Guadalajara, lo que debería augurar resultados satisfactorios en taquilla.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita.

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