CÁPSULAS SARAPERAS

Los taxidermistas de Saltillo

 En esta ocasión te platico de un negocio que por adopción es Saltillense y que tiene de vida 5 generaciones, casi 120 años, iniciando en 1890 con don Pedro Fuentes, allá por Castaños. El negocio en sí, no tiene nombre, pero es bien conocido como el taxidemista, y efectivamente en este negocio se han dedicado por más de un siglo y dos decadas a disecar animales.

La primera generación de taxidermistas, emprendió y aprendió el oficio de manera empirica, pero al poco tiempo se dieron cuenta del gran potencial que se tenia, por ello Erasmo Fuentes, segunda generación, partió rumbo a Europa, especificamente a Francia y España en donde estudió métodos distintos y modernos del cuidado y tratado para las pieles y plumajes, sistemas y procedimientos de trabajo que permitieron o más bien han permitido que sus trabajos sigan luciendo con el paso de los años.

La tercera generación fue Pedro Cosmé Fuentes Morales, quien desde pequeño mostró sus dotes innatas, logrando el método de la taxidermía. Por supuesto su hijo, Pedro Fuentes, nieto de Erasmo y bisnieto de Pedro, mostró a la corta edad de 10 años una impresionante habilidad para moldelar todo tipo de animales, asombrando a sus mayores, quienes reconocían en cada trabajo de la cuarta generación una obra de arte. Incluso aseguran que lograba disecar a los animales con expresiones cuales si estuvieran vivos.

Platicando con Pedro y José Fuentes, quienes son la quinta generación en el negocio, les pregunté por el método y me aseguran que siguen utilizando el mismo que su bisabuelo aprendió en Europa.

Al pasear por el taller, me pude dar cuenta que la mayoría de los trabajos solicitados son de animales cazados en el África. Claro y es evidente no obviar que a finales y principio de cada año, los venados son los trabajos que más les encargan.

Y cuando les hice las preguntas siguientes, las respuestas fueron: el animal máss grande disecado un elefante, el más pequelo un colibrí, el más raro un demonio de Tazmanía.

Los trabajos de la familia Fuentes son exhibidos la mayoría en coleciones privadas, alrededor de todo México, pues así como tienen clientes de esta hermosa ciudad de Saltillo, también los tienen de Guanajuato, Ciudad de México, Culiacán y muchas ciudades más.

El proceso inicia cuando se recibe la piel, que llega deshidratada; entra a un proceso de hidratación por 2 o 3 días, para después curtirla con químicos, durante casi un mes, de ahí se moldea la escultura del animal para forrarla con la piel ya trabajada y después del secado se le da el acabado que consta en pincelearlo, detallarlo y colocarlo en su base.

Durante casi 120 años, una familia, cinco generaciones, se ha dedicado a un oficio, cuyos trabajos muchos de nosotros hemos disfrutado, en museos o bien en domicilios particulares, un trabajo que pasa desapercibido, pero que como pocos, muy pocos, han podido trascender de generación en generación, logrando mantener vivo no solo una empresa o un trabajo sino hasta una cultura.

La familia Fuentes, por supuesto sus cinco generaciones de taxidermistas, son un ejemplo del carácter, de la pasión por el trabajo e indiscutiblemente son muy de Saltillo y que valen la pena pesumir.