Detención de Ancira “salpica” a ex gobernador de Coahuila

Como titular de SAGARPA, Enrique Martínez impulsó la compra de la planta de fertilizantes de AHMSA a PEMEX

El dueño de Altos Hornos de México, Alonso Ancira Elizondo, se encuentra detenido en España acusado de estar involucrado en la venta a Petróleos Mexicanos de una planta de fertilizantes en desuso por casi 500 millones de dólares.

Sin embargo, en el sexenio pasado, quien impulsó la venta de esa planta de fertilizantes a Pemex fue el en ese entonces titular de SAGARPA, Enrique Martínez y Martínez, en contra del cual trascendió en redes sociales que habría abierta una carpeta de investigación por parte de la Fiscalía General de la República, para averiguar cuál fue su participación en esta operación y sí es que él obtuvo algún beneficio de forma personal.

En mayo de 2013 Enrique Martínez anunció que Pemex volvería a surtir fosfatos desde su planta de Pajaritos en Veracruz, para reactivar la producción de fertilizantes.
El 14 de enero de 2014 Pemex compró ProAgro y su planta de Coatzacoalcos a Altos Hornos de México (Ahmsa) de Alonso Ancira por un total de 442 millones de dólares, a pesar de que sus instalaciones llevaban 14 años sin operar y, en opinión de la Auditoría Superior de la Federación, contenía maquinaria “chatarra”: 60 por ciento de ésta era inservible

El entonces titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez consideró que en un “hecho histórico y de impacto económico y social, Pemex pondrá en el mercado ese año fosfatos para el sector industrial por el orden de las 700 mil toneladas Hablamos de un negocio que mueve al año mil 700 millones de dólares y donde 87 por ciento de la demanda se cubre con compras del exterior”.

Grupo Fertinal y ProAgro nacieron en 1992 de la privatización de Fertilizantes Mexicanos (Fertimex), entonces la empresa nacional de fertilizantes.

Más de dos décadas después, ambas fueron recompradas en un estado deplorable por Pemex bajo la dirección de Emilio Lozoya Austin, como parte de su plan de “reactivación de la producción de fertilizantes en México” que terminó en un rotundo fracaso y pérdidas millonarias para el país.

En 2017, Pemex Fertilizantes registró 13 mil 552 millones de pesos de “pérdida integral” y tendría que gastar 8 mil 466 millones de pesos para que las plantas compradas a ProAgro y Fertinal operen con normalidad, de acuerdo con un reporte emitido en 2018 por la Auditoría Superior de la Federación. (TRIBUNA.COM.MX)