UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

¿Desearías volver a empezar? 

Si tuvieran una lámpara con su respectivo genio ¿qué pedirían? Sería como la novela mexicana donde Itatí Cantoral trabajó con su ex esposo Eduardo Santamarina y solicitarían “salud, dinero y amor”, aunque lo último según la versión de Disney va en contra de las reglas, porque, aunque pareciera que no hasta la magia tiene sus restricciones, ¿pedirían algo para ustedes o para alguien más?

O vamos a ponernos de lado del genio ¿qué les molestaría que les pidieran? Póngase en situación. Usted no es un pobre mortal que va a trabajar en Uber o taxi, rellena cada año la declaración del SAT y tiene una hipoteca en el banco ¡No! usted es una criatura todopoderosa obligada, por culpa de una maldición antiquísima, a vivir en una lámpara decorada a su gusto y a convertirse, cada vez que alguien le saca brillo, en el esclavo de un sujeto al que debe conceder tres deseos, con sus respectivas restricciones, pero dejando la puerta abierta para cualquier excéntrica situación. Ya me imagino una huelga de genios manifestando por la falta de seriedad y responsabilidad social de sus amos o algo así como #VotosSinPlastico

Algunos creemos que Aladino malgastó uno que otro deseo o debió de ser más claro en lo que solicitaba, y es que tantas veces nos han contado la historia de una u otra forma, la historia original de Las mil y una noches una de las más famosas en la cultura oriental tuvo su mayor popularidad gracias a Disney, que ya uno se pone a reflexionar ¿por qué no pidió ser hechicero o sultán? Así ¡pum! nada de acuerdos y directo la boda

Por cierto, que el imperio Disney lo volvió hacer, ahora con la nueva entrega live action de Aladdin, la casa del ratón tenía más de 25 años de haber producido la versión animada con voces emblemáticas como la del desaparecido Robin Williams (voz del genio) a finales de mayo llegó una versión con un nuevo mensaje, se podría ser más contemporáneo, y es que en veinte años pareciera que no, pero hay cosas que cambian, por ejemplo, el lugar de la mujer.

Historias como La Sirenita, Cenicienta, La Bella Durmiente, entre algunas otras, forman parte del inconsciente colectivo de millones de cinéfilos del mundo, que ha crecido rodeados de la magia del legado de Walter Disney, reconocido fundador de una de las compañías más grandes en el mundo. Recordar es volver a vivir, y las estrategias de Disney para atraer y mantener al público que lo sigue, siempre o casi siempre han resultado exitosas.

La mayoría de veces la empresa juega con el factor nostalgia para recordarle a los más grandes el niño que llevan dentro pero no ha olvidado que la sociedad está cambiando, que los temas son otros, por ejemplo, el posicionamiento de la mujer en el sentido de que ya no venden la idea de una princesa sumisa y esperando al príncipe ¡no! Ahora piensan en el amor a la par que en querer cumplir sus sueños.

Entonces ¿qué pedirían? ¿la inmortalidad? ¿serían capaces de ver a sus parientes envejecer y morir? ¿qué no permitirían que les pidieran? Porque como les puede tocar un amo carismático como Aladdin o mandón como Jafar. La verdad es que por ahora no contamos con genios, y tampoco daremos frases motivacionales, lo que si es que los deseos vienen de sueños y son por esos sueños por los que debemos de trabajar.