ZAGAL

 IMSS

La Ley del Seguro Social establece en su artículo segundo que la seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, entre otras cosas.

En la misma Ley, se plasma que la organización y administración que tendrá el Seguro Social y correrá a cargo de organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, de integración operativa tripartita – esto referido a que en su gestión participan el gobierno, los patrones y los trabajadores -, denominado Instituto Mexicano del Seguro Social. Del mismo modo señala la razón por lo que derivó el desenlace de este artículo, que es que el Instituto cuenta con el carácter de organismo fiscal autónomo.

El pasado martes, mediante una carta pública enviada al Consejo Técnico del IMSS, el ahora ex- Director General, Germán Martínez, dio a conocer su separación del cargo  de dicho Instituto.

Las razones que expresa a través del documento se deben de considerar, diría yo, como verdaderamente alarmantes, ya que él se considera un fiel seguidor del proyecto de nación del actual Presidente, y que este tome la decisión de separarse de un cargo por no estar de acuerdo con ciertas medidas que se están llevando a cabo, claro que impacta; más aún cuando esto sucede dentro del sector de la Seguridad Social, pudiendo tener efectos negativos en cuanto al cumplimiento de sus diversas funciones.

En dicho escrito, da cuenta sobre la injerencia dañina por parte de funcionarios de la Secretaría de Hacienda, que están poniendo en riesgo la prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social.

Y es que, lo que se pretende, es llevar a cabo una reforma reglamentaria para introducir una nueva figura administrativa a cargo de la Secretaría de Hacienda, para que dentro de cada una de las delegaciones estatales del Instituto, sean quienes se encarguen del control total del gasto; desvirtuando así, a los actuales delegados del Instituto, ya que – y lo reclama el mismo Germán M -, el encargo de estos nuevos delegados traen consigo una esencia neoliberal de ahorro, recortes de personal y rediseño institucional.

El también senador con licencia, señala que el llevar un control de gasto en el IMSS, puede conducir a dos consecuencias fatales: la primera sería la generación aún mayor de una mala atención y maltrato hacia los pacientes que llenarían, aún más, los pasillos de los hospitales esperando ser atendidos; el segundo sería el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que provocaría mayor desembolso de dinero por parte de cualquier ciudadano que requiera ser tratado.

Concuerdo con el ex-director. El ahorro y control al gasto de salud es bárbaro. Es una medida cruel, sobretodo tratándose de un Gobierno que se dice progresista, justo, cercano a la gente, porque lo único origina son incertidumbre e ineficacia, que afecta a los miles de derechohabientes y a sus familias.

Apenas la semana pasada, hacía mención sobre una excelente decisión legislativa que recae sobre el rubro de la Seguridad Social y sus instituciones, ya que genera que más personas se vean beneficiadas y tengan acceso a distintas prestaciones, ojalá que con esta realidad que vive hoy el IMSS, no se vea vulnerado ningún derecho y cuente con la verdadera garantía de los derechos de la seguridad social.

Germán Martínez concluye su carta de renuncia, con un párrafo que al leerlo es desgarrador, porque en lo personal, siento que refleja su total satisfacción, y a la vez, esa buena intención que tenía – o tiene –  por llevar a cabo de una manera eficiente la Seguridad Social en México:

“(…) los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento, quienes viven a la espera insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatiñas de poder.” Germán Martínez Cázares

 

Nos leemos la siguiente semana,  reciban un saludo, muchas gracias.