MELÓN SIN COYOTES

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

Apenas se advierte una tenue luz de organización entre los productores meloneros de Matamoros, que tradicionalmente han sido víctimas de los “coyotes”, quienes sin arriesgar un cinco, finalmente se quedan con las ganancias de quienes cultivan la hortaliza.

Y muchas veces el productor apenas obtiene lo que invirtió, si las condiciones climatológicas lo permiten, pues en caso contrario, las heladas y granizadas acaban con la cosecha y toda expectativa de ingresos.

Los campesinos productores de melón reconocen que el año pasado no les fue mal, pues entre ellos pudieron alcanzar algunos acuerdos tendientes a mantener un precio y soportar y rechazar las míseras ofertas de los coyotes.

Este año, cuando empieza la cosecha de la llamada “hortaliza que pasó a ser fruta” los representantes hacen llamados a los campesinos para que accedan a la organización y la unidad como única forma de rechazar presiones. Parece ser que de la Secretaría de Desarrollo Rural, a cargo de José Luis Flores, no esperan nada, y tampoco de las autoridades municipales. El gobierno que encabeza Horacio Piña luce sin rumbo; en su informe de los primeros 100 días de gestión el edil dijo que las principales acciones son haber atendido a la gente. Las acciones están, van, se proyectan “por ahi” (sic), palabras textuales y recurrentes de Piña.

De tal manera que los meloneros están solos y deben actuar con solidaridad. Sus representantes confían en mantener el precio de 8 pesos por kilo, mientras entre ellos mismos no haya competencia.

La reciente visita de inversionistas alemanes a los campos de cultivo del melón matamorense hacen abrigar esperanzas de mejores condiciones de vida. La calidad de exportación del melón de Matamoros y de la Región Lagunera en general no está en duda.

Y es que ya en 2013 se alcanzaban precios de hasta 8 pesos por kilo, pero igual de la noche a la mañana se caía el precio hasta más de la mitad. Los costos de producción se han elevado al doble en los últimos años, mientras que el precio del melón apenas registra un ligero repunte. Conservarlo y aun mejorarlo depende únicamente de los productores, de su capacidad de organización.