Indispensable reubicar oficinas de Migración 

Los vecinos exigen su reubicación, luego de la fuga de un grupo de centroamericanos que puso en peligro su integridad

Hace unos días, poco antes de la Semana Santa, un grupo de tres o cuatro centroamericanos que habían sido detenidos por elementos del Instituto Nacional de Migración, y llevados a las oficinas que esa dependencia mantiene –inexplicablemente- en una residencia de la colonia República, lograron escapar sembrando el pánico entre los habitantes de las casas vecinas a las cuales ingresaron por la fuerza.

El asunto no llegó a mayores, ya que los elementos de Migración también se metieron por la fuerza a las casas de los vecinos, logrando rápidamente la recaptura de los centroamericanos fugados.

Sin embargo, para los vecinos que presenciaron apanicados lo que sucedió, el riesgo de que un episodio así se repita, incluso con consecuencias mucho más graves, está latente. Por eso piden, exigen que las oficinas del INM sean trasladadas a otro lugar más propicio y adecuado para las funciones que ésta dependencia desempeña.

No hay que olvidar que en el pasado migrantes indocumentados han cometido crímenes en nuestra ciudad, como aquel doloroso caso en el que uno de ellos asesinó a una joven mujer que le había dado empleo, casa y comida en la calle Victoria; y otros varios casos similares que han sido debidamente documentados.

Y es que así como la mayoría de los migrantes que llegan a Saltillo vienen huyendo de la pobreza y de la violencia imperante en sus países de orígen, hay otros que en realidad vienen huyendo de las autoridades de sus propios países, por delitos que ellos cometieron allá, y son éstos los que en verdad pueden representar un peligro para los habitantes de nuestra ciudad.

Desde hace alrededor de diez años el INM instaló sus oficinas en una antigua residencia ubicada en la calle Colima, esquina con Torreón, en la colonia República Oriente. Inexplicablemente las autoridades municipales de ese entonces no pusieron objeción alguna, pese a que la residencia no estaba habilitada para albergar a una dependencia de éste tipo. No tiene estacionamiento –ni para los funcionarios, ni para los usuarios de sus servicios-, ni salidas de emergencia; tampoco cuenta con espacio para resguardar sus torres de vigilancia, las cuales lucen abandonadas por la calle Torreón y menos aún áreas de resguardo para las personas indocumentadas que hayan sido aseguradas.

Las molestias no se hicieron esperar. Al no tener estacionamiento propio, los funcionarios del INM y los usuarios de esa dependencia invaden todos los días las calles vecinas con sus vehículos, tapando cocheras, y dejando sin espacio para estacionarse a los habitantes del sector.

El problema se ha agravado en los últimos meses, ante la llegada de cientos de migrantes a nuestra ciudad, muchos de los cuales son llevados a las oficinas del INM, ya sea para realizar algún trámite, o para preparar su deportación, según sea el caso.

El Instituto Nacional de Migración necesita instalar sus oficinas en un lugar apropiado; en un edificio con estacionamiento, y con las instalaciones necesarias para llevar a cabo su función.

Mantenerlo en un área residencial, es un atentado contra la paz y la tranquilidad de los habitantes de ese sector.

Por eso, a través de El Heraldo, los vecinos están haciendo un atento llamado al representante del gobierno federal en Coahuila, Reyes Flores Hurtado, para que atienda esta problemática a la brevedad, y le ponga una solución de inmediato. No hacerlo así, sería faltar a su responsabilidad. (EL HERALDO)