AVENGERS; ENDGAME

 VÍCTOR BÓRQUEZ NÚÑEZ

 Culminación de una saga, cierre de un ciclo –aunque no de la producción de más filmes de superhéroes- y llena de homenajes y guiños, esta esperada película de los Estudios Marvel demuestra con creces que, contra todos los pronósticos, este punto y final está pensando en agradecer a los fanáticos su fidelidad y preparar el camino para las nuevas generaciones que tendrán, de seguro, nuevos temas y códigos más acordes con las necesidades de la época. 

Recordemos el gran y demoledor final de “Avengers: Infinity War”, cuando con un chasquido de sus dedos y enfundando el guante con las seis gemas del Infinito, el despiadado Thanos convertía en cenizas a la mitad de la Humanidad, haciendo desaparecer a varios de los propios vengadores.

El dato es clave para enlazar con este capítulo final, este supuesto cierre de la saga (aunque con los productores de Hollywood uno nunca puede confiarse) y generar el ambiente necesario para que en las tres horas que dura este filme, los espectadores, especialmente los fanáticos, se sientan satisfechos con todo lo que se les entrega.

De partida, esta película es una despedida, un ajuste de cuentas con la nostalgia y con el universo que los superhéroes fueron capaces de crear en una década completa. El final para que cada uno de los personajes deje tras de sí un legado, un detalle, un recuerdo especial en donde cada cinéfilo sienta que ha valido la espera para llegar a esta gran despedida de un universo fantástico y surreal, en donde se hizo ritual esperar los post créditos y enterarse de lo que vendría.

Así pues, este opus final, con sus 181 minutos es espléndido en secuencias de batallas, destila ironía y humor, pero por sobre todo impacta porque en sus dos primeras horas, con un estilo suave y pausado, atento a los datos y a los comentarios, genera un extraño anticlímax, algo inusual para una película de acción y más todavía, considerando que se trata de la despedida de todos los protagonistas.

Y desde luego que acá hay tanta información que los fans estarán fascinados desde el inicio, cuando los pocos sobrevivientes deciden la manera en que pueden enfrentarse a Thanos. No es casualidad entonces que estos que escaparon de la maldición de esfumarse sean Iron Man, el Capitán América, Thor, Black Widow, Hulk y Hawk Eye, fundantes de la serie y los más populares en estos años.

Los incondicionales estarán atentos a un dato no menor: Iron Man, escuchó de boca del Doctor Strange, antes de entregar la gema verde que controla el tiempo, que ellos tenían una opción en 14 millones para vencer, dejando de inmediato planteada la pregunta clave: ¿será ésta esa única posibilidad de poder ganar y reordenar la existencia en el planeta?

Está de más decir que una película como “Avengers: Endgame” se entiende y se disfruta más cuando el espectador se recuerda de las circunstancias específicas que antes ha vivido cada uno de los personajes de esta saga, resultando más que recomendable repasar el filme anterior -“Infinity War”- para así tener absoluta claridad de lo que ahora sucede.

Porque recordemos que para llegar a este momento tan esperado, debimos consumir 21 películas, donde cada uno de estos superhéroes tuvieron sus quince minutos de fama hasta converger en los filmes donde ellos como colectivo fueron los que animaron la historia.

O sea, nostalgia pura.

De este modo, las dos primeras horas de este filme se emplea para reflexionar (con un ritmo pausado y extraño al universo Marvel) respecto de cómo cada sobreviviente logró asumir la derrota o parcial derrota, luego de los sucesos con que finalizaba “Infinity War”.

Y debemos reconocer que no existe ninguna novedad acerca de cómo se organizan, porque cada uno explica -en demasía- qué métodos se emplearán para atacar a Thanos y terminar con esta tragedia, para luego en la hora final apostar a lo que todos esperaban: acción trepidante, mucho drama y humor alternados, donde Hulk y Thor (que luce una enorme panza) llevan la batuta para hacer reír a los espectadores.

Y como era de esperar, en el tramo final se concentran batallas de proporciones épicas, similar a las que se dieron en “Star Wars”, “El señor de los anillos” y el mismísimo “Harry Potter”. Y fiel a la receta, el espectador sabe qué sucederá.

Dirigida por los hermanos Joe y Anthony Russo, y con guion de Christopher Markus y Stephen McFeely, el filme sorprende porque todo se resuelve en los primeros minutos y de ahí en adelante, se genera la preparación para la batalla final, lo que genera que el ritmo sea lento y anticlimático.

Y como buen producto final de un ciclo, cada espectador se sentirá agradecido de reencontrarse con su personaje favorito, siendo testigo privilegiado de sacrificios, de heroísmo, de reconversiones y de legados que auguran (era que no) que llegará una nueva saga, un nuevo ciclo y nuevos códigos para que disfrute la próxima generación.

Resumiendo, “Avengers: Endgame” puede ser perfectamente definida como un homenaje de Marvel Disney a sus fanáticos, ya que la película se toma su buen tiempo para que cada uno haga su propia relectura de estos diez años en donde se nos inundó con películas de superhéroes.

¿Habrá más?

Es muy probable, pero de verdad cuesta pensar en una nueva saga, teniendo personajes que sean capaces de reemplazar la simpatía, heroísmo y carisma que este puñado de seres dotados de poderes especiales, quienes supieron entregarnos durante diez años y 21 películas de manera ininterrumpida la esencia de los cómics trasladados a la pantalla grande.