Astrofísico Alejandro Hernández Gómez, investigador coahuilense ejemplo de perseverancia

Para el Astrofísico Antonio Hernández Gómez, investigador coahuilense y egresado de la Universidad Autónoma de Coahuila, ser partícipe de un hecho histórico mundial como la comprobación de la teoría de la relatividad de Albert Einstein al capturar la primera imagen del agujero negro en nuestra galaxia el pasado 10 de abril, representa un gran paso para la ciencia y la investigación de la evolución del Universo.

 Originario de Saltillo, Coahuila, Antonio Hernández a sus 32 años de edad es egresado de la licenciatura en Física de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas en al año 2010, y tras defender su tesis en el 2012 con el tema “Una búsqueda para cáscaras de remanentes de supernovas utilizando datos de radio-interferometría”, continuó sus estudios de maestría en astrofísica, para el 2014 inició el doctorado en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM Campus Morelia bajo una cotutela internacional entre el IRyA-UNAM y la Universidad de Toulouse III Paul Sabatier en el Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie en Toulouse, Francia.

Actualmente radica en Morelia, Michoacán, y nos comparte sus inicios en el mundo de la astronomía, “Siempre me gustó mucho la astronomía y desde que era niño me asombraba ver las estrellas y me preguntaba de que estaba hechas, la curiosidad por saber más sobre las estrellas, planetas, galaxias, agujeros negros fue lo que me llevó a estudiar la Lic. en Física en la FCFM UA de C”.

Relata que en la Facultad conoció a dos profesores de física que son astrónomos, Pablo Barrera y Juan Segura, mismos que lo impulsaron a seguir el camino de la astronomía, ya que incluso lo apoyaron para ir a la escuela de verano en el Observatorio en el Instituto de Astronomía de la UNAM en Ensenada, Baja California, además de participar en talleres de astronomía que organizaban la FCFM y la observación con telescopios que lo motivaron a seguir por este camino del conocimiento y de la investigación de los cuerpos celestes.

Como parte del Proyecto Event Horizon Telescope (EHT) fue invitado por el Dr. Laurent Loinard del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, quien fue su asesor durante el doctorado. Formó parte del equipo de mexicanos que llevaron a cabo las observaciones del centro de la galaxia M87 en abril de 2017 con el Gran Telescopio Milimétrico que está localizado en la Sierra Negra en Puebla.

“Para mí ha sido un gran honor haber sido parte de este proyecto. Es la primera vez que tenemos una imagen de la sombra de un agujero negro y fue gracias al esfuerzo de la comunidad científica de astrónomos en todo el planeta. Este hallazgo representa un mundo de nuevo de posibilidades no solo para estudiar este tipo de objetos en nuestra Galaxia y comprobar la teoría de la relatividad de Einstein, sino también seguir haciendo investigación que permita a México seguir participando en descubrimientos de esta magnitud”, afirma el Astrofísico.

Señala que este descubrimiento nos permite por una parte comprobar que la física que se ha desarrollado en la tierra puede explicar satisfactoriamente las características observadas hacia un agujero negro, pero también abre una ventana de posibilidades para entender cómo funciona nuestro Universo y como es que los agujeros negros contribuyen a la evolución del mismo a grandes escalas.

 Actualmente trabaja en otros proyectos en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM en Morelia; en su mensaje para las generaciones que están interesadas en la ciencia “les diría que hay muchas oportunidades en México para dedicarse a ello, solo hay que ser perseverantes y trabajar duro para conseguir las metas que uno se plantee personalmente, ya que algunas carreras requieren mucho tiempo de trabajo pero que se pueden sacar adelante con esfuerzo y dedicación”.

El Gran Telescopio Milimétrico (LMT), es un proyecto conjunto de UMass Amherst y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México (INAOE), es el telescopio de longitud de onda milimétrica de apertura única más grande y más sensible del mundo. Coordinado con telescopios en Hawai, Arizona, en el Polo Sur, en Chile y en España en una campaña de observación para estudiar el horizonte de eventos en el centro de nuestra galaxia.

La primera imagen capturada el pasado 10 de abril es de un agujero negro localizado en el centro de la galaxia M87, y fue a través de convertir a la Tierra en un telescopio gigante al coordinar las observaciones de los instrumentos desplegados alrededor del mundo, los equipos de radioastrónomos apuntaron sus telescopios hacia el borde delgado, también conocido como horizonte de eventos, del súper agujero negro masivo en el centro de nuestra galaxia, el objeto más cercano a la Tierra.

Los agujeros negros son invisibles porque no emiten luz, pero se logró obtener la imagen porque la luz en tono amarillo es el plasma caliente que gira alrededor de la entrada del agujero negro.

Para este desafío, cientos de científicos en el proyecto EHT crearon su herramienta con ocho telescopios. Utilizando la rotación de la Tierra y apuntando cada telescopio al mismo objeto, a lo largo de muchas horas, sus curvas muestreadas, combinadas, se asemejan al efecto observacional de un instrumento grande. La estrategia de combinar varios telescopios para crear un área de plato más grande simulada, conocida como Interferometría de Línea de Base Muy Larga (VLBI), no es nueva, dice Narayanan. Ha estado en uso durante décadas, pero esta es la primera vez que el VLBI de onda milimétrica se realiza en una escala tan masiva.

Otro de los objetivos de la EHT es estudiar la física de la acreción, el proceso por el cual la gravedad de un agujero negro atrae a la materia cercana.El material caído forma una banda aplanada de materia giratoria alrededor del horizonte de eventos llamado disco de acreción. Los científicos de EHT también quieren comprender la génesis y el comportamiento de los grandes chorros de plasma lanzados desde el agujero negro central de la mayoría de las galaxias.

Otra idea intrigante que puede explorarse en este experimento es la llamada «paradoja de la información». Este fenómeno es la predicción de Stephen Hawking de que la materia que cae en un agujero negro no puede perderse más allá del universo conocido, y que de alguna manera debe filtrarse nuevamente. (EL HERALDO)