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 Netflix Effect

Estados Unidos, año de 1997, Reed Hastings y Marc Randolph, deciden establecer un pequeño negocio para renta de DVD´s por medio de correo postal, que no aplicaba al cliente una penalidad por devolver la cinta fuera de fecha. Veintiún años después, es ahora un negocio encumbrado a nivel global, que cuenta con más de 100 millones de suscriptores en todo el mundo. Netflix.

Como servicio de entretenimiento, la plataforma se ha convertido en uno de los sitios más visitados de internet, y gracias a su alta demanda, ha provocado que distintas instituciones realicen estudios sobre los pros y contras, que pudieran generar derivado del uso de la misma.

Un claro punto a favor de la aplicación, está en el lograr satisfacer una de las necesidades modernas como lo es el poder tener acceso a algo rápidamente. Además, con un mundo repleto de opciones, como usuarios esperamos variedad en productos y valores a donde quiera que vayamos.

A través de esta evolución, gracias a Netflix, tenemos una amplia gama de opciones de entretenimiento al alcance de la mano, y podemos reproducir y pausar cuando y donde queramos.

No se puede dejar de lado, el hecho de que nos resulta más barato a los clientes acceder a la plataforma que utilizar métodos tradicionales como ir al cine, comprar los DVD’s, o incluso la renta de los mismos en los pocos establecimientos que aún ofrecen ese servicio. Con esto, somos capaces de ver cientos de películas y series de una variedad de géneros por un costo mensual bajo, y todo desde la comodidad de nuestros propios hogares.

No es de sorprenderse, que todas estas ventajas antes comentadas, pudiesen llegar a traer inconvenientes respecto del uso excesivo de la plataforma. Por ejemplo, según el sitio de estadísticas Digital Marketing Ramblings (DMR), descubrió que el 70% del total de suscriptores que ven  algún contenido en Netflix -sobre todo series- pasan un promedio de seis horas al día en el sitio, generando un total de aproximadamente 10 mil millones de horas al mes.

Otros estudios realizados por la Universidad de Stanford entre 2013 y 2015 demostraron que el uso excesivo de Netflix está provocando problemas como lo son: falta de sueño, el aumento de peso, el desequilibrio hormonal y el daño cerebral leve, lo cual puede causar problemas de salud física y mental a corto y largo plazo.

Con base en el mismo estudio, se obtienen implicaciones sociales del uso excesivo de Netflix, ya que pudiese llegar a frenar el desarrollo y la práctica de nuestras habilidades cotidianas sociales, interactivas e incluso prácticas, llevando a una ruptura gradual de las relaciones y una menor capacidad para formar nuevas o interactuar de manera saludable, como si le entregáramos a Netflix nuestro tiempo libre y así convertirlo en el medio más popular para la recreación en el interior, es por ello que hay mucho en que pensar.

Está claro que Netflix ha cambiado no solo lo que vemos, sino también cómo lo vemos y lo usamos; y como cualquier otra cosa es muy bueno si se utiliza con mesura, ya que este, siendo un gran recurso para nuestra generación, puede llegar a representar nuestra falta de paciencia o intolerancia ante distintas situaciones.

Para bien y para mal, en eso se traduce el “Netflix Effect”.

Quedará a nuestra opinión si es cierto, o no, los efectos, tanto negativos como positivos, que pudiesen derivar del uso excesivo de la plataforma. Cabe señalar, que se utiliza a Netflix como eje, ya que es quien sentó el paradigma para el entretenimiento digital como lo conocemos hoy en día, pero realmente ese efecto aplica dentro del uso de cualquier plataforma digital que opere a través del método de “streaming”.

Hagamos el ejercicio, desconectemos un momento y reflexionemos sobre qué tanta dependencia tenemos del sistema instantáneo que nos brinda hoy la tecnología.

Reciban un saludo, muchas gracias