PLAZA CÍVICA

El debilitamiento de la democracia mexicana  

Las prioridades nacionales han cambiado. Si anteriormente los temas públicos fundamentales se encontraban en combatir la inseguridad, luchar contra la corrupción y enfrentar la pobreza/desigualdad, hoy en día el objetivo principal de muchos parece haberse convertido en salvaguardar nuestra democracia. Las energías necesarias para resolver temas públicos fundamentales como los antes mencionados están siendo desafortunadamente re-encauzadas para auxiliar a una democracia que ya no parece estar del todo asegurada.

Ante un mundo asediado por movimientos populistas, dos politólogos de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, escribieron recientemente un libro titulado “Cómo mueren las democracias”. En él los autores nos indican que el socavamiento de la democracia sucede actualmente de manera paulatina, casi imperceptible, y que por lo tanto resulta primordial identificar los pasos que líderes políticos toman en ese sentido: captura de los árbitros del juego democrático, marginación de los opositores, y reescritura de las reglas del juego. Y durante la presente administración federal diversos pasos se han dado en ese sentido.

El primer punto, la captura de los árbitros, lo podemos comenzar a observar con la embestida pública y la consiguiente renuncia a la presidencia del TEPJF de parte de la respetada magistrada Janine Otálora y su sustitución por un magistrado afín al PRI (¿ahora a MORENA?), teniendo como telón de fondo la elección en Puebla y diversos señalamientos del presidente (lo anterior en cuanto a autoridades electorales); en la propuesta de rotación de jueces y magistrados, y el nombramiento de Yasmín Esquivel como ministra de la SCJN (Poder Judicial); en la desbandada de los comisionados de la CRE y CNH, y la iniciativa legislativa que eliminará al INEE (organismos reguladores y autónomos); y en el reciente nombramiento de Alejandro Gertz Manero (FGR).

El segundo punto, la marginación a los opositores, lo podemos observar con la utilización del SAT para intimidar al dueño de un importante medio nacional, así como en la falta de criterios objetivos y transparentes para asignar recursos públicos (medios de comunicación); en el nombramiento de los súper-delegados en las entidades federativas (gobernadores); en las promesas de reparto de obra pública a importantes empresarios y la creación de un Consejo Asesor Empresarial cercano al presidente (sector empresarial); en la iniciativa legislativa que se propone crear un Centro Nacional de Conciliación y Registros Laborales que le daría un importante control al poder Ejecutivo sobre los sindicatos (sector laboral); y en el completo recorte de recursos públicos a organizaciones sociales (sociedad civil).

El tercer punto, la reescritura de las reglas del juego, lo vemos con la iniciativa legislativa para eliminar los institutos electorales en los estados y reducir de once a siete el número de consejeros electorales, esto con el fin de lograr más fácilmente una mayoría de consejeros afines a MORENA (autoridades electorales); en la propuesta legislativa para reducir en un 50% el dinero público destinado a los partidos políticos y la eliminación de senadores plurinominales, lo cual solo traería el aumento en la asimetría de poder entre MORENA y el resto de fuerzas políticas (partidos políticos); y en la iniciativa de revocación de mandato para celebrarse ésta en las elecciones intermedias.

Todo lo anterior se agrava aún más cuando agregamos los recortes presupuestales, personales y salariales que se han realizado a poderes, organismos reguladores, órganos autónomos y administración pública federal, lo cual necesariamente se traducirá en su debilitamiento.

Sin duda, algunos pasos solo fueron ratificados, como asignar discrecionalmente dinero a los medios, otros nos resultan familiares, como el intento de cooptación del TEPJF, e inclusive algunas propuestas resultan apetecibles, como la disminución del financiamiento a partidos políticos. Sin embargo, el problema se encuentra en que al ver todo en su conjunto, parece haber solo una dirección: el socavamiento de la democracia mexicana.

 

www.plaza-civica.com         @FernandoNGE

 

Autor

Fernando Nùñez de la Garza Evia
Fernando Nùñez de la Garza Evia
Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.