ROMA Y LA DEL VALLE

TERESA GURZA

Si el triunfo de Alfonso Cuarón Orozco en diferentes festivales y los Oscar por Roma nos han enorgullecido a todos, con mayor razón al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (CUEC), dónde se formó como cineasta.

El CUEC es la escuela de cine más antigua de América Latina; por su prestigio ansían estudiar ahí, alumnos de varios países y a diferencia de otras muchas, da a sus estudiantes la oportunidad de filmar.

En el penúltimo boletín de vinculación con sus egresados la UNAM, que fue ubicada esta semana por el QS World University Ranking entre las 20 mejores universidades del mundo, dedica dos artículos a Cuarón; quien 40 años después de sus estudios en la antigua sede del CUEC en la colonia Del Valle, fue nuevamente premiado en la entrega 91 de los premios Oscar.

La calle de Tepeji donde se rodó Roma, primera cinta mexicana ganadora en la categoría de mejor película extranjera, dista no más de cuatro kilómetros de la casona de Adolfo Prieto dónde estaba el CUEC cuando estudió Cuarón, primer exalumno que gana el mismo día estatuillas por dirección y fotografía.

Y un cineasta que, según sus maestros, “se resiste a la solemnidad y trabaja cámara al hombro como eterno alumno, en sudadera y tenis”.

Cuarón es para la UNAM un alumno exitoso; cuyo ejemplo da expectativas a nuevos protagonistas internacionales, que ahora saldrán de la actual sede del CUEC en el Circuito Mario de la Cueva, de Ciudad Universitaria.

Su directora, María del Carmen de Lara, cuenta que conoció a Cuarón cuando ambos estudiaban en la colonia Del Valle, “y Alfonso iba más hacia la fotografía y Emmanuel Lubeski, a la dirección… pero acabó siendo al revés.”

Y subrayó, que es característica de la UNAM abordar la problemática social con una visión completa de lo que es el cine.

“Tenemos generaciones potentes, contando historias que han sido la gran aportación de la UNAM y del CUEC, porque son historias sin censura que pueden abordarse desde cualquier ángulo… Y Cuarón, es sólo el principio.”

El boletín universitario abunda en la trayectoria de Cuarón, afirmando que tras dirigir princesas, magos, hechiceros con lentes redondos, astronautas, niños, adolescentes con camisetas de Pumas, recreó ahora la memoria afectiva de su nana Libo, interpretada como Cleo por Yalitza Aparicio, «que habló con la musicalidad del mixteco».

Dijo al respecto Cuarón, que “la única razón del guion es poner palabras e imágenes a una película que ya está hecha en la mente, por eso el cine tiene más que ver con la música…”

Fue en el CUEC de la colonia del Valle, donde Cuarón conoció a Lubezki; y unieron sus talentos en varias películas.

Sólo con tu pareja (1992) fue la opera prima, que les abrió una puerta, que jamás se cerró; y los llevó a conseguir en 1996, su primera nominación al Oscar, por La Princesita; seis años después, lograron ser nominados por el mejor guion original por Y tu mamá también y una década más tarde, fueron candidatos al mejor montaje y guion adaptado con Children of men.

Finalmente, en 2014, con Gravity, los dos exalumnos del CUEC lograron el Oscar como mejor director y mejor fotografía, respectivamente; aunque como recordó De Lara, estudiantes en la colonia Del Valle, Alfonso quería fotografiar, y “El Chivo” dirigir.

En su visita al CUEC ya con Roma envuelta en celofán, dice la UNAM, un Cuarón nervioso ante el escrutinio de sus maestros y otros alumnos como él lo fue en 1982, se reunió con su entonces profesor Mario Luna; y dijo que los vínculos afectivos deben ser el punto de partida de la creación.

Y recordó entre sus excelentes profesores a Mitl Valdéz, Mario Luna, Jorge Ayala Blanco, Toño Ruiz y Juan Mora; añadiendo que, las muchas carencias que entonces había, eran un estímulo para encontrar soluciones de otra manera.

“En esa época era una escuela muy desarticulada, pero con muy buenos maestros, y no me sorprende que sigan siendo sus pilares, porque los pilares de una escuela no son los edificios”

Contó a los estudiantes que las primeras películas las hizo con camaritas de cartón, después tuvo una super 8, pero filmaba sin rollo.

Y les pidió que, frente a las necesidades comerciales, no olviden la parte sensible; les recomendó, explorar su base académica y experimentar, “recordando siempre que los mejores efectos visuales los hace gente que sabe dibujar”.

 

Autor

Teresa Gurza