LOS DICTADORES

 

“La coincidencia no existe sólo la ilusión de la coincidencia” -V 

Los dictadores tienen en común muchos rasgos, por ejemplo, no les gusta que el pueblo piense, hacen propaganda de todo aquello que se realiza para que los ojos de los ciudadanos los aprueben, descalifican a quienes piensan u opinan diferente o en contra de su gestión, siempre tienen sospechas de conspiraciones paranoicas, tanto dentro de su gobierno como fuera de él. Se justifican señalando un enemigo del pueblo. Estos personajes siguen un manual.

Las dictaduras no sólo se dan en los pueblos donde la educación es baja, también se suscitan cuando el pueblo es educado. Los dictadores no llegan por la razón, llegan cuando el hígado ocupa el lugar del cerebro. Caso Alemania a principios del siglo XX, que tenía el mejor sistema de educación en el mundo y más en los años 30´s que después de la Primera Guerra Mundial, tenía las universidades abarrotadas, ¿por qué llegaron el Kaiser y Hitler? Por tocar el hígado de los alemanes, la ira se sobrepuso.

Muchos dictadores llegan por voluntad popular y al ser carismáticos y aprobados, rompen la ley y la modifican a su antojo, después de violarla, la tuercen. Llegan a gobernar muy empoderados, “El Pueblo soy yo” dijo Chávez. ¿Qué diferencia hay con “El Estado soy yo” del Rey Sol?

Los dictadores de hoy son los reyes modernos del absolutismo de siglos pasados. Son inteligentes y usan esa inteligencia contra su mismo pueblo, para seguir mostrándose como un papá protector aunque en la realidad son ogros.

Kim Jong-un, obligó a grupos de mujeres a que lloraran la muerte de su padre y hoy les obliga a aplaudirle.

La economía no está relacionada con las dictaduras, hay exitosas económicamente hablando como la de Chile y hay dictaduras sin éxito en ese rubro, como la de Haití.

Hablando de Haití, Papa Doc se mostró como el salvador de los desprotegidos. Durante su “reinado” murieron más de veinte mil haitianos en manos de una fuerza paramilitar paralela al ejército que estaba al servicio personal del tirano. A un dictador le cuesta (cada vez más) mantenerse empoderado, éste y el carisma siempre se ve afectados por la toma de decisiones, cuando estos dos elementos caen (hoy le llaman popularidad), usan un tercer elemento: la fuerza.

 

P.D. Cuidado con quien paga abucheos.

 

Hasta la vista baby…