CAPITALES

FRANCISCO TREVIÑO AGUIRRE 

El sector energético en América Latina 

La capacidad de energía renovable del mundo ha crecido en un promedio de 8 por ciento en la última década. Hasta ahora, las inversiones en energía renovable fluyen cada vez más hacia mercados emergentes, en gran parte hacia América Latina. De acuerdo a la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), entre 2012 y 2015 las inversiones en el sector totalizaron alrededor de 54 mil millones de dólares, donde la mayor parte tuvo lugar en Brasil, Chile y México. La energía renovable en forma de energía hidroeléctrica ha desempeñado un papel importante en la generación de electricidad en América Latina desde hace ya algunos años. Dado lo anterior, las energías renovables ya representan aproximadamente el 25 por ciento del total del suministro de energía, lo que representa casi el doble con lo que se cuenta a nivel mundial. Si bien las políticas públicas, las distintas fuentes de generación de energía y la dinámica del comercio de energía difieren entre los países de América Latina, existe una clara superposición de incentivos y amenazas a la energía renovable. En este contexto, Brasil, México y Colombia seguirán siendo importantes productores y exportadores de petróleo. Por algún tiempo, este fue el caso en Argentina también. Dada la importancia de las vastas reservas en el campo Vaca Muerta (petróleo y gas shale), Argentina puede volver a convertirse en un exportador neto en un futuro cercano. Entre el alcance con el que cuentan estos países en lo que se refiere a la producción de petróleo y gas, Chile sigue dependiendo de las importaciones de energía. Si bien el sector de hidrocarburos en América Latina seguirá creciendo en importancia, la energía renovable se está posicionando de manera importante, especialmente en el área de generación de electricidad. Brasil es uno de los mayores productores de petróleo en América Latina y ocupa el tercer lugar a nivel mundial en generación de energía hidroeléctrica. Con una participación del 47 por ciento, el petróleo sigue siendo la principal fuente de consumo de energía primaria de Brasil. La hidroeléctrica se ubica como la segunda fuente más grande de generación de energía con una participación del 29 por ciento del consumo total de energía primaria y el 65 por ciento del consumo de electricidad. El consumo de gas natural y carbón ha disminuido y se está compensando con un aumento en las energías renovables, entre las que destacan la solar, eólica e hidroeléctrica. Esto se debe a la meta de Brasil de reducir las emisiones de gas en más del 40 por ciento para 2030. La capacidad instalada de energía renovable de Brasil solo (excluyendo la energía hidroeléctrica) representa más del 52 por ciento de la capacidad renovable total de la región y contribuye con el 6 por ciento a su consumo de energía primaria. México también cuenta con importantes reservas de petróleo y gas, pero las altas exportaciones de petróleo crudo son paralelas a las altas importaciones de petróleo refinado debido a la infraestructura de las refinerías que son obsoletas e ineficientes. Desde la promulgación de la Reforma Energética en 2014, las oportunidades de energía renovable han aumentado para alcanzar sus objetivos de generación de energía limpia del 35 por ciento para 2024. De continuar con el dinamismo de inversiones tanto nacionales como extranjeras que se ha tenido en los últimos 5 años, es muy probable que esta meta se alcance antes del tiempo establecido.

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