Mujeres rurales e indígenas requieren mayores espacios de participación para lograr su desarrollo

FAO y FIDA publican un documento en el que abogan para la inclusión de la perspectiva de género e intercultural en los proyectos de agricultura y desarrollo rural en México

Ciudad de México.- Para lograr el pleno desarrollo de las mujeres rurales e indígenas es necesario que sean más escuchadas y se les dé mayor poder y voz en todo proceso de diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas, han asegurado de manera conjunta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Las dos agencias de Naciones Unidas publican este jueves, en el marco del Día Internacional de las Mujeres, Cerrar las Brechas, un documento conjunto en el que se expone que, pese a que la sociedad reconoce de palabra las contribuciones esenciales que las mujeres rurales e indígenas hacen a la agricultura y al desarrollo rural, la pobreza continúa afectándolas de forma desproporcionada.

La FAO y el FIDA señalan que las mujeres rurales e indígenas enfrentan múltiples formas de discriminación, tienen menor acceso a tierras, activos, crédito, insumos, servicios, tecnología, ingresos, ejercicio real de derechos y escaso acceso a los títulos de propiedad de la tierra.

Según el documento, la ausencia de una política específica e integral para las mujeres del campo e indígenas, con indicadores medibles y a partir de un diagnóstico de brechas de género en la agricultura, seguirá siendo un obstáculo para que los recursos etiquetados logren el objetivo de reducir la desigualdad de género.

En la publicación se cita el Compendio de Indicadores 2016, en la que la FAO en México evaluó a algunos de los componentes de los programas dirigidos al campo mexicano, y se mostró que el acceso de las mujeres a estos programas sigue siendo inferior al de los hombres, lo que no abona a disminuir las brechas de desigualdad, aunque tengan etiquetado una parte de su presupuesto.

El Componente de Extensionismo del Programa de Apoyos a Pequeños Productores en 2016, tuvo como población beneficiaria a un 26% mujeres y 74% hombres; el componente de Infraestructura Productiva para el Aprovechamiento Sustentable de Suelo y Agua del Programa de Productividad Rural en 2016, tuvo una relación de 12% y 78%; y el Programa de Concurrencia con las entidades federativas en ese mismo año fue de 20% y 80% respectivamente.

Cerrar las brechas identifica los aspectos relevantes de diagnóstico sobre la condición de las mujeres rurales e indígenas en México, incluyendo sus necesidades y potencialidades; identifica además propuestas que fortalecen la inclusión de las necesidades de mujeres rurales e indígenas al desarrollo mediante dos estrategias complementarias y hace recomendaciones concretas para el diseño de intervenciones a partir de buenas prácticas que FIDA y FAO apoyan a nivel local, nacional y regional considerando a las mujeres como sujetos específicos de política pública.

Fortalecer los recursos financieros, humanos y técnicos de las mujeres rurales e indígenas para garantizar, en la práctica, la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de sus derechos y necesidades es esencial para aumentar sus grandes contribuciones al sector rural del país. (FAO)