A LA BÁSCULA

La ‘bolsa de protección’ 

Como en el futbol americano en que la figura más importante es el mariscal de campo al que se le tiene que crear una ‘bolsa de protección’ para que tenga el tiempo, el espacio y la visión necesaria para lanzar el ovoide en busca de conseguir avanzar el mayor número de yardas, o si es una anotación, mucho mejor; en la política en los distintos niveles de gobierno hay un ‘quarterback’, hablando en sentido figurado, es decir, el presidente de la República, el gobernador, o el alcalde, a quienes su equipo de trabajo tiene la obligación de generarle esa ‘bolsa de protección’, para evitar que se tacleado o que sus lanzamientos sean interceptados por el equipo contrario.

Al menos en el papel -y así era antaño-, el presidente, el gobernador o el alcalde, eran la cabeza del proyecto, y todos sus funcionarios le cubrían las espaldas, le formaban la bolsa de protección para que no fuera tacleado, y se convertían en sus ‘pararrayos’, para que las ‘descargas’ de los problemas no le llegaran de lleno al líder. No sé si es parte de la ‘modernidad política’ pero ahora sucede con mucha frecuencia, al revés, es decir que el jefe tiene que andar cuidando las espaldas de sus subalternos y defendiéndolos públicamente, a pesar de que en muchas ocasiones lo hagan ante muestras contundentes de que, con su incapacidad o acciones, le están generando más problemas que los que le solucionan al ‘jefe’.

El periodista Carlos Marín, en su más reciente aparición en el programa ‘Con los de enfrente’, en el que participan analistas de los periódicos El Universal y Milenio lanzó una frase que me parece interesante: que Andrés Manuel López Obrador es el presidente más popular, pero tiene un equipo mediocre.

Algo muy similar le está ocurriendo al alcalde de Torreón que puede ser el más querido por los torreonenses en los últimos años, pero hay mucha de la gente que está a su alrededor que no está al nivel que Jorge Zermeño quisiera. Él puede ser una buena persona, así lo transmite y la ciudadanía lo compró y por ello le convirtió en el primer hombre de oposición en llegar a la Presidencia Municipal, el primero en ser votado para un segundo periodo –de un año-, y luego le refrendó su confianza para ser el primero en ser reelegido ahora para un periodo de tres años.

Apenas transcurridos poco más de dos meses de este su segundo periodo consecutivo, le han empezado a brotar una serie de problemas que, alcanzan ese status, porque su ‘bolsa de protección’ no le está funcionando. El equipo que debiera de cubrirlo para que defina bien sus estrategias, y ver con tiempo y espacio hacia dónde quiere dirigir su lanzamiento para conseguir anotaciones, y ya en más de una ocasión o le han interceptado balones o lo han tacleado antes de que logre deshacerse del ovoide.

Podría considerarse incluso que, como dirían los panistas modernos, esto es fuego amigo.

Primero fue la renuncia y al mismo tiempo denuncia mediática de quien era su directora de Desarrollo Económico, Andrea Salmón, quien antes de irse dejó caer la bomba de la existencia de corrupción en la Ventanilla Universal’, lo que provocó una serie de movimientos internos, incluso que algunas oficinas establecidas en el antiguo edificio del Banxico fueran trasladadas a Plaza Mayor para estar más cerca del tesorero, y además frenó la expedición de las licencias de funcionamiento de cientos de causantes que no la han podido recibir a pesar de que ya hayan cubierto el pago y todo el trámite.

Lugo vino al escandalito provocado por Rolando Anaya Araujo, quien en aparente estado de ebriedad, se metió en sentido contrario en un paso a desnivel, chocando un vehículo propiedad del Municipio. Pese a ello, el –todavía- director de inspección y verificación no sólo fue mantenido en el puesto, sino protegido durante todo el proceso en Tribunales, y posteriormente por su propio jefe.

Una evidente incapacidad de Juan José Hernández, director del Simas, tiene a la paramunicipal sumido en la peor crisis de su historia, al grado que la CFE ha suspendido el servicio de energía eléctrica no sólo a sus oficinas centrales y periféricas, sino también a algunas bombas, lo que provocó un exabrupto del Alcalde, quien dijo que se ‘colgarían’ de los tendidos eléctricos de la Comisión debido a las altas tarifas. ¿Qué un alcalde de un municipio como Torreón haya ordenado y declarado a los medios una acción como esa, qué mensaje manda? Del entuerto momentáneo, han salido gracias a un préstamo que el Municipio le hizo al Simas.

Y este jueves, la plancha de la Plaza Mayor se pintó de amarillo porque fue tomada por taxistas protestando por la competencia desleal de ‘piratas’ y taxis de aplicación (Uber y otros más) porque consideran que el municipio no ha hecho lo suficiente para frenarlos.

En algunas áreas, hay funcionarios que no están cumpliendo con su responsabilidad y le están generando muchos dolores de cabeza a Zermeño Infante, quien por su propio bien tiene qué reemplazar su ‘bolsa de protección’ para evitar seguir tan expuesto al golpeteo y el tacleo de los rivales.

 

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@JulianParraIba