El posible último destino del Chapo: El infierno de ADMAX, un penal de Colorado

 (Xinhua/SEGOB) ( 

Luego de que Joaquín el Chapo Guzmán Loera fue declarado culpable de los 10 cargos que se le imputaban, han comenzado los rumores sobre la cárcel a la que podría ser enviado.

El sitio web de The Huffington Post publicó que desde su extradición, una de las opciones que se ha considerado es el penal ADMAX Florence, ubicado en Colorado, y conocido por ser una cárcel de máxima seguridad que alberga a criminales de «alta peligrosidad» bajo un aislamiento total. Se cree que es la prisión más segura del mundo.

También conocida como La Alcatraz de las Rocosas, es hogar de más de 400 reclusos (terroristas convictos, líderes de pandillas y neonazis) entre los que destacan Ramzi Yousef, quien planeó el atentado de 1993 en el World Trade Center; del conspirador del 11 de septiembre de 2001, Zacarias Moussaoui y del «Unabomber», Ted Kaczynski.

Pero también figuran los nombres de narcos mexicanos como Osiel Cárdenas, fundador y exlíder del Cártel del Golfo, detenido en 2003 por el Ejército Mexicano y extraditado dos años más tarde; y Héctor El Güero Palma, exlíder del Cártel de Sinaloa, detenido en México en 1995 y extraditado en 2007.

Una forma de definir al lugar sería: una construcción para desconectar a los reos del mundo pues pasan 23 horas del día solos en sus celdas.

El perímetro de ADMAX Florence está protegido por cercas de alambre de púas de 12 pies (3.6 metros) de alto, rayos láser, almohadillas de presión y perros de ataque. Nadie ha escapado jamás.

En un texto publicado en marzo de 2015 por The New York Times, el periodista Mark Binelli da una descripción detallada de dicho espacio:

«Los reclusos pasan sus días en celdas de 12 x 7 pies (3.6 x 2.1 metros) con gruesos muros de hormigón y dobles juegos de puertas corredizas de metal (con exteriores sólidos, por lo que los presos no pueden verse). Una sola ventana, de aproximadamente tres pies (0.9 metros) de alto, pero solo cuatro pulgadas (10 centímetros) de ancho, ofrece una visión del cielo y poco más.

Cada celda tiene un combo de lavamanos e inodoro y una ducha automatizada, y los presos duermen en losas de concreto con colchones delgados. La mayoría de las celdas también tienen televisores (con radios incorporados) y los reclusos tienen acceso a libros y publicaciones periódicamente, así como a ciertos materiales de artes y oficios. A los reclusos de la población general se les asigna un máximo de 10 horas de ejercicio por semana fuera de sus celdas, alternando viajes individuales a un «gimnasio» interior (una celda sin ventanas con una sola barra de mentón) y visitas grupales al patio de recreo al aire libre (donde, sin embargo, cada prisionero permanece confinado en una jaula individual).

Todas las comidas vienen a través de ranuras en la puerta interior, al igual que cualquier interacción humana cara a cara (con un guardia o psiquiatra, capellán o imán). El informe de Amnistía dijo que los presos de ADX «habitualmente pasan días con solo unas pocas palabras hacia ellos».

A Guzmán Loera, de 61 años, se le acusó de liderar el Cártel de Sinaloa, así como de traficar más de 155 toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos durante un cuarto de siglo.

Desde su extradición en 2017, el Chapo estuvo detenido bajo medidas extremas de seguridad. (THE HUFFINGTON POST)