LA TUMBA

 ARIADNE H

José Agustín, uno de los mayores exponentes de la literatura de la onda y autor de destacadas historias que han pasado a convertirse películas, como es el caso de Me estás matando Susana (cuya novela en que se basó se llama Ciudades desiertas), deja como legado la que posiblemente sea su obra más famosa: La tumba.

Esta novela narra las aventuras de Gabriel Guía y su paso por la adolescencia. Es el reflejo de un joven rebelde, agresivo y confundido, razón por la cual el libro sigue siendo vigente. La manera en que Agustín describe la adolescencia es honesta, obliga a los lectores a mirar de frente la verdad y no a una glamourosa mentira como se retrata en películas o series. El libro de Agustín es crudo en ocasiones, pero también irónico y sarcástico; es una combinación de distintos elementos que hacen del libro una obra en la que se halle una verdad universal: la verdad del adolescente.

José Agustín escribe sin tapujos. En un México donde lo tradicionalista era lo más importante, el autor se atreve con valentía a escribir sobre amistad, amor y sexo sin tapujos; pero también a cerca de música, literatura y convenciones sociales

En ocasiones el protagonista recuerda un poco a Holden Caufield, protagonista de El guardián entre el centeno. Ambos protagonistas de las obras parecen compartir ciertos patrones de comportamiento que hacen pensar que, ya sea en México o Estados Unidos, la adolescencia es una etapa universal, sin límites geográficos.

Gabriel Guía, protagonista de La tumba, es un personaje enigmático, y merece que los pensamientos del lector escarben aún más en la personalidad de este personaje. Basta con ver el ejemplo del epitafio que escribe Gabriel Guía para saber que, sí,  la obra es cruda, pero es también un retrato lleno de realismo que se atreve a explorar la naturaleza de la adolescencia: “Porque mi cabeza es un lío/ porque no hago nada/ porque no voy a ningún lado/ porque odio la vida/ porque realmente la odio/ porque no la puedo soportar/ porque los ruidos están en mí” Agustín escribe una obra llena de atrevida sinceridad y un retrato realista del adolescente, no uno lleno de mentiras como las que ha enseñado Hollywood a través de los años.