Un viaje por Ciudad de México es definitivamente un gran sueño para mucha gente. La capital del país esconde miles de parajes interesantes y rincones inexplorados para quien quiera visitarla. Veamos algunos de los barrios y zonas más interesantes de la ciudad de los que poco se oye hablar.
Por ejemplo, Xochimilco es una verdadera belleza inexplorada: en la zona del extremo sur de la Ciudad de México, uno de los barrios populares de la ciudad da paso a los famosos canales de Xochimilco. Estos son los restos de un gran sistema de comunicación hidráulica construido hace siglos por los aztecas. Varios barcos transportan a los visitantes en una atmósfera que recuerda a Venecia, mientras que algunos vendedores de comida y artesanos se acercan a los bordes de los canales. El ambiente es agradable y festivo, a excepción de la inquietante Isla de las Muñecas, que según la leyenda está infestada de espíritus. Xochimilco, al igual que Coyoacán y Tlalpan, fue originalmente un pueblo que con el tiempo se fue incorporando al conglomerado urbano. Es fantástico ver cómo este barrio, que una vez fue un pueblo, se llena el fin de semana. Sus habitantes, de hecho, van a festejar a bordo de barcos con música y comida.
Coyoacán, por otro lado, es el corazón de la ciudad. Un viento de libertad sopla en este magnífico barrio atravesado por coloridas callejuelas llenas de estudiantes de arte. Aquí puedes hacer un recorrido por los puestos, hablar con los artesanos y dejar que los artistas callejeros te sorprendan con sus actuaciones. Es importante recordar la Casa Azul, más turística pero realmente imperdible, que fue la casa, en su momento, de Diego y Frida.
San Ángel, el Barrio Mágico de la ciudad, ha sabido conservar con ardor su encanto provincial, gracias a sus jardines y a sus edificios con fachadas llenas de azulejos. El ambiente es particularmente animado y colorido durante el famoso mercado de flores. La mejor época para visitar este barrio es entre el 1 y el 2 de noviembre, durante la famosa fiesta de los muertos. El barrio está lleno de gente y actividades tradicionales.
En la parte más occidental de la ciudad, por otro lado, hay muchos barrios con un aire multicultural, hipster y muy activo. Los jóvenes llenan los numerosos restaurantes y bares que abarrotan las calles de Roma y Condensa. Estos dos barrios donde el tiempo parece tener otra dimensión y sin duda otra importancia, ofrecen un ambiente bohemio que recuerda a las calles de Montmartre en París. A diferencia de París, las calles de Roma y Condensa son muy seguras y también muy baratas. No es difícil comer con poco y poder permitirse un buen alojamiento sin gastar demasiado. Cuando estés por aquí, no te pierdas el Parque España, que sin duda te sorprenderá.
La Ciudad de México es una metrópolis fantástica cuyos rincones esconden secretos históricos y donde el ritmo frenético del trabajo, a menudo da paso a ambientes agradables y relajados como los que hemos descrito. Es interesante ver cómo cambia la ciudad y cómo se pueden descubrir realidades totalmente diferentes a través de viajes cortos en metro.
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