Dormir bien contribuye a que infantes alcancen un mejor rendimiento escolar

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29 enero, 2019

Un sueño reparador beneficia al sistema inmunológico, psicológico y el aprendizaje

Fomentar en infantes el hábito de dormir temprano y descansar, cuando menos, ocho horas continuas, es fundamental para su salud y desarrollo; permite estar alerta, facilita la concentración, la retención de ideas, contribuye a tener buena memoria y en suma, mejora el rendimiento escolar.

La especialista en pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), María Gabriela González Iruegas, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, explica que se ha demostrado que los niños que duermen poco, sufren afectaciones en todos sus órganos y sistemas, como el inmunológico y digestivo.

Un descanso insuficiente o poco reparador, impide la ejecución de la hormona del crecimiento lo que provoca que se mantenga en talla baja, con carácter irritable o iracundo y desganado, aunado a que se alteran los procesos cerebrales que contribuyen al equilibrio y al aprendizaje.

Lo más grave, señala, es que en muchas ocasiones son etiquetados como niños con déficit de atención, cuando su único problema es que no duermen adecuadamente.

Enfatiza que no se trata solamente de las horas de sueño, sino también de la calidad en el mismo, ya que poco sirve dormir mucho, cuando el descanso no es reparador.

La experta, exhorta a fomentar hábitos adecuados de vida desde temprana edad como crear una rutina en cuanto a la hora de dormir y hacer lo posible por seguirla.

Antes de ir a la cama se deben evitar las actividades deportivas y/o las que incrementan el estado de alerta, como es el caso de los juegos de video.

Se sugiere evitar distracciones con amigos, cenar ligero, usar ropa adecuada y no tener cerca ningún pasatiempo electrónico, como tabletas o celulares.

Es importante crear un ambiente propicio para el descanso, en lo posible hay que atenuar la luz e invitar al menor a la cama para leerle un cuento o una historieta, a fin de que el cerebro se relaje y el espacio se aproveche para establecer un vínculo afectivo, lazo que además provoca un ser humano cariñoso y estable emocionalmente. (EL HERALDO)