Durante al menos diez días, la mayoría de los mexicanos sólo tuvimos un tema en la mente: el desabasto de gasolina. Todos los medios de comunicación del país dedicaron sus principales espacios para difundir imágenes de las gasolineras cerradas por haberse quedado sin combustible, o de las kilométricas filas que se formaban en las que aún tenían.
El presidente Andrés López se pasó esos diez días hablando del tema, y justificando su decisión de dejar sin gasolina al país, argumentando que esa era la única forma de frenar el huachicoleo, aunque al final de su cruzada no han presentado a un solo detenido por ese delito, y en cambio su decisión sí dejó pérdidas de miles de millones de pesos en los estados afectados, entre ellos Coahuila.
El país entero se polarizó. Millones de mexicanos expresaron su molestia, no por la decisión de combatir a quienes se roban el combustible, sino por la forma en que se realizó. Pero en cambio, millones más manifestaron su apoyo absoluto a la decisión de AMLO, considerando que las molestias causadas por el desabasto de gasolina eran necesarias para poder ponerle un alto a los huachicoleros que durante tantos años han estado saqueando los ductos de Pemex.
No hubo medias tintas. O estabas completamente a favor de lo que hizo AMLO, o estabas completamente en contra. Tal como escribió Iván Garza en Nuestra Revista, se dio una auténtica guerra de pobres contra ricos; fifís contra los de a pie; mirreyes contra Godínez.
Pero, mientras el país entero se peleaba, el gobierno de López Obrador nos recetó una nueva “mega deuda” de las que pocos o casi nadie se dio cuenta.
Así lo publicó Expansión: “El gobierno de Andrés Manuel López Obrador debutó este miércoles en mercados internacionales de capital al colocar deuda por 2,000 millones de dólares (mdd). La emisión fue a través de un bono de referencia a 10 años con una tasa de rendimiento de 4.577% y una tasa cupón de 4.500%, de acuerdo con un comunicado publicado este miércoles por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El gobierno de López Obrador detalló que la transacción está en línea con la estrategia de endeudamiento anunciada el 14 de enero en el Plan Anual de Financiamiento 2019, en donde se estableció que se recurriría a los mercados internacionales de manera complementaria y solo cuando éstos ofrecieran oportunidades favorables de financiamiento”.
Dos mil millones de dólares, equivalentes a 38 mil millones de pesos; y eso no es todo. El Economista anticipó que esta es solo la primera parte, ya que, según el Paquete Económico del 2019 el límite de endeudamiento externo neto establecido es de 5 mil 400 millones de dólares (cerca de 102 mil millones de pesos), por lo que el Gobierno Federal aún planea contraer una deuda más de hasta 3 mil 400 millones de dólares.
El desabasto de gasolina y la lucha en contra del huachicoleo se convirtieron entonces en la cortina de humo perfecta, para que, mientras todos estábamos distraídos con esos temas, López Obrador nos recetara un nuevo incremento a la deuda externa, como si fuera muy poco lo que ya debemos. (FRANCISCO DE LA PEÑA)
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