Ofrece la filosofía respuestas para lidiar con la otredad

“La responsabilidad colectiva (ante la violencia) implica ser duelistas y eso significa: ocupar el espacio público para luchar por la justicia”, dijo la filósofa María Antonia González al comentar el libro Eros. Más allá de la pulsión de muerte, de su colega Rosaura Martínez Ruiz. (Foto: Elizabeth Ruiz / AMC). 

 “Habitar la diferencia no es establecer fronteras infranqueables entre lo uno y lo otro, sino líneas que se tocan y se confunden de propietario”, Judith Butler. 

En su libro Eros. Más allá de la pulsión de muerte, la doctora en Filosofía Rosaura Martínez Ruiz, Premio Nacional de Ciencia 2017, presenta un análisis y una posible respuesta para lidiar con el problema de la alteridad, que siempre ha estado presente entre los humanos pero que actualmente se ha vuelto ya imposible de ignorar.

Al comentar esta obra, la doctora en Filosofía por la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, Judith Butler dijo que algunas de las preguntas más antiguas en filosofía retornan ahora para pensar en los problemas relativos a las fronteras nacionales, la migración y la ética en las políticas de la hospitalidad, entre otros.

Butler advirtió que, una vez que la violencia se convierte en la forma de ser del mundo, nadie puede cambiar; nosotros mismos caemos en ella, atrapados dentro de sus términos y, por lo tanto, aquellos que cubren los rastros de la violencia, aumentan el sentido de empoderamiento y poder de quienes practican la violencia, y son parte operativa de la misma.

Por ello, “abrirse a la alteridad es el nombre para nuestro encuentro psicológico más básico con el mundo y para la demanda ética más grande que enfrenta una comunidad, mientras los migrantes se convierten en una parte esencial de esa comunidad, su futuro y su complejidad interna. (…)

Habitar la diferencia no es, entonces, establecer fronteras infranqueables entre lo uno y lo otro, sino líneas que se tocan y se confunden de propietario”, dijo Butler.

A su vez, la doctora en Filosofía María Antonia González Valerio complementó la idea al ahondar en cómo el libro de Rosaura Ruiz habla de una comunidad construida para la pena, la aflicción.

“Hay demasiada violencia, hay demasiada corrupción, seguimos en duelo y tenemos que seguir en duelo, esa es la propuesta de Rosaura cuando llama a conformar una comunidad de duelistas, dice: la responsabilidad colectiva implica, entonces, ser duelistas y eso significa ocupar el espacio público para luchar por la justicia”.

Filosofía, una disciplina en problemas

Más allá de las respuestas que la Filosofía puede traer para iluminar nuestro camino en las tormentas sociales modernas, González Valerio dejó ver, en sus comentarios sobre el libro, una crítica, un lamento, y también una advertencia a la academia: esta disciplina se encuentra en problemas pues los miembros de su comunidad no se leen entre sí y por lo tanto no dialogan.

“Lo que vivimos desde hace décadas es una profesionalización de la academia, que la aleja de su entorno histórico para dedicarse a publicar artículos de investigación inertes, mismos que son celebrados por los organismos de control de eficiencia y productividad”, concluyó. (FORO CONSULTIVO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO AC)