Consejos que, si viviera, el fundador de Bimbo le habría dado a AMLO

 

Al morir hace 2 años, un 3 de febrero de 2017, don Lorenzo Servitje, el fundador de Bimbo, la empresa panificador más grande del mundo, nos legó a través de un libro escrito por Silvia Cheren “100 rebanadas de sabiduría empresarial”, un compendio de consejos de un exitoso empresario que todos los mexicanos deberíamos de leer; pero que, además, muchos de ellos parecen ir dirigidos al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ojalá que alguno de sus amigos le regale un ejemplar de éste libro, y ojalá que AMLO se tomara el tiempo de leerlo. Tal vez así dejaría de cometer tantos errores que tanto le han costado a nuestro querido país en apenas sus primeros cuarenta días de gobierno.

Les comparto algunos de éstos consejos, y como, desde mi punto de vista, le aplican al desastrosos gobierno de López Obrador.

 

  1. Nadie puede ser dueño de toda la verdad. Es vital tener socios que nos cuestionen y aporten apoyo, puntos de vista variados y acciones concretas. Quien no sabe escuchar, quien se proclama súper hombre, se equivoca y tarde o temprano fracasa.

 

Lamentablemente López Obrador no escucha a nadie. Se cree dueño de la verdad absoluta, y por lo tanto, ha venido cometiendo una serie catastrófica de errores que le están haciendo mucho daño a México.

 

  1. Los tropiezos son importantes para detener la marcha, para pensar, para bajarse de la nube y fijarse nuevos objetivos. Los fracasos a tiempo, si se asumen y capitalizan, resultan un sólido aprendizaje.

 

En efecto. AMLO ha tenido muchos tropiezos en estos sus primeros cuarenta días de gobierno. Pero, si se lo propone, podría capitalizarlos y tratar de ponerles remedio, e incluso revertirlos. El problema es que es demasiado intransigente y demasiado soberbio como para aceptar sus errores.

 

  1. Cuando a una persona todo le sale bien se cree un triunfador invencible, un semidiós, esto es peligroso porque uno pierde el sentido de alerta y del lugar más inesperado surgen los problemas.

 

Para nadie es un secreto que AMLO se considera a sí mismo un mesías, el salvador del pueblo mexicano, el redentor que todo lo puede. De ahí su obsesión con una pretendida cuarta transformación, y su empeño en compararse con figuras históricas como Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas. Sin embargo, lo que hasta el momento ha demostrado, es que está muy lejos de poder conseguir tan siquiera una porción de lo que estos lograron.

 

  1. Si el gobierno se comprometiera a no impulsar políticas cambiantes sexenio tras sexenio, si destinara mayores recursos para educar y fomentar estrategias de desarrollo, si tuviera más visión, podríamos ser un país productivo y no un país productor de braceros.

 

El consejo de Servitje se explica por sí mismo. Y no solo aplica para AMLO; en su momento también aplico para Peña Nieto, Fox, Calderón y Salinas de Gortari. Lo malo es que ninguno lo escuchó.

 

  1. De analfabetas económicas se ha poblado América Latina. La gente ha olvidado los alcances del populismo que hemos padecido, y aún hoy existe la tentación de sucumbir ante las soluciones fáciles.

 

Populistas como Hugo Chávez, Nicolás Maduro, o López Obrador. Las consecuencias en Venezuela están a la vita. Ojalá que en México no lleguemos a esos extremos.

 

  1. La confianza es el ingrediente fundamental para construir un país, una empresa, una familia. Como le decía un viejo filósofo chino al emperador, en caso extremo se puede prescindir de armas y alimentos, pero, sin confianza, se pierde el imperio.

 

Este consejo, desde mi punto de vista, es el más importante, el que AMLO más debería tomar en cuenta. En 40 días de gobierno, López Obrador se ha encargado de destruir la confianza que algunos aún le tenían. Y si pierde la confianza del pueblo, como ya perdió la de los intelectuales, los empresarios, los jueces y abogados, los académicos, los profesionistas, etc., no tardará en perder también al país.

 

  1. Conciliar, sin doblarse ni ceder en lo fundamental, será siempre mejor que la añeja cultura de la confrontación. Creo en el diálogo como el mejor recurso para superar los conflictos.

 

En cambio para AMLO el diálogo está por completo fuera de su agenda. Para él, el único camino, es el de la confrontación. Por eso se ha peleado con todos: con los medios de comunicación, con los integrantes del Poder Judicial; con los magistrados del Tribunal Electoral; con los empresarios, y un largo etcétera.

 

  1. Los dioses se marean, creen tener más poder del que ya gozan y cometen errores lamentables.

 

Más claro, ni el agua. Don Lorenzo hablaba de AMLO, y eso que no le tocó verlo sentado en la silla presidencial.

 

(Comentarios a los consejos de Lorenzo Servitje realizados por Francisco de la Peña de León)