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Con todo y que se esperaban como inminentes, bajó la expectación por los cambios en el gabinete estatal, y sin embargo desde el día del Primer Informe se advierte en la entidad un clima político diferente.

Miguel Ángel Riquelme está operando, haciendo política, y se nota.

Pudo rendir su informe ante el Congreso sin sobresaltos, como se anticipaba tras el compromiso público de los diputados panistas. Tuvo posteriormente un evento terso y con una participación representativa en la Ciudad Universitaria de Arteaga, y esta semana logró consenso para ir a gestionar recursos federales acompañado de diputados de todos los partidos, y alcaldes tanto del PRI como de la oposición.

Con Jorge Zermeño, que es sin duda la figura vigente más relevante del panismo en la entidad, Riqueleme previamente había consensado cuáles son las prioridades de inversión para Torreón, y en su gestión del martes le acompañaron Alberto Paredes, alcalde panista de Monclova, y Manolo Jiménez, de Saltillo.

Estuvieron también en la mesa legisladores coahuilenses de MORENA, como Diego Del Bosque; del PAN, como Silvia Garza Galván; y desde luego del PRI, Fernando de las Fuentes y Rubén Moreira, entre otros, pero además el líder de esa fracción, René Juárez.

La Comisión de Presupuesto tiene la llave para los recursos federales, y el escenario no es sencillo, la preside el polémico Alfonso Ramírez Cuéllar, que alcanzó fama nacional cuando encabezó el movimiento de El Barzón y entró precisamente a la Cámara de Diputados montado a caballo, y en una comisión con más de cincuenta integrantes no hay más que cuatro priistas.

Pero Miguel Riquelme le sabe. Como diputado federal formó parte de esa comisión precisamente, y no llegó con las manos vacías a esta reunión, iba armado con expedientes y la justificación para proyectos en diferentes rubros, destacando salud, educación e infraestructura, para los que se requieren más de 20 mil millones de pesos. Le debe ir bien a Coahuila.

Y aunque muy importante la obtención y gestión de recurso, también de la mayor trascendencia el papel que está asumiendo el gobernador, que con apertura suma y deja participar a las diferentes fuerzas políticas, con lo cual puede lograr consolidarse en el liderazgo que en un momento como el actual requiere Coahuila, ante el escenario nacional tan incierto.

Y retomando la idea del clima que se siente por estos días, menos tenso, la operación política ha cubierto también a los funcionarios del gabinete estatal, que han tenido también comparecencias tersas ante el Congreso, o al menos casi todos.

En este escenario llamó la atención que al único que no le ha ido bien es al Secretario de Gobierno, José María Fraustro Siller, llamando la atención el contraste por ejemplo con el de seguridad, José Luis Pliego, que teniendo un área más polémica y sensible, siendo un funcionario carente en lo personal de relaciones y roce político, fue menos cuestionado. Alguien se la operó, lo cuidó, como a otros más, pero no lo hizo con Chema.

Y a propósito de la comparecencia de Fraustro Siller, se metió en terrenos que no son necesariamente de su competencia y despertó controversia. Aportó por ejemplo cifras de desaparecidos, reconociendo en el caso Allende más de las que se habían aceptado oficialmente, y anticipó que podía no haber coincidencia con la Fiscalía General del Estado «porque ellos tienen otras fuentes de información».

Por la noche, después de la comparecencia, el secretario particular de Fraustro anduvo buscando a reporteros para corregir cifras y aportar otras, que sí coinciden con las de la Fiscalía. Pero lo más serio no es que en la intervención oficial se hayan dado otras, sino que se haya admitido la discrepancia y que hay diferentes fuentes de información.

¿Qué dijo Fraustro?, ¿qué aunque la semana pasada habló de apostar por diálogo y coordinación con el nuevo gobierno federal, y resulta que en lo interno no la tiene con la Fiscalía?, ¿o admitió que su Secretaría cuenta con una estructura de investigación y fuentes de información diferentes a las del organismo que tiene en forma exclusiva la facultad legal de desarrollar esas tareas?

 

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Interesante revelación la de Reyes Flores Hurtado, quien admitió que no se someterán ni él ni sus colaboradores a las pruebas de control de confianza pese a participar en las mesas de seguridad que se estarán realizando diariamente, pues aunque dice que esos ejercicios servirán para informarse de la incidencia delictiva y cómo se atenderán los casos en las siguientes doce horas, ahí no se definirán estrategias.

¿Entonces la atención en las primeras doce horas es con puntadas y no con estrategias?

¿O cuál va a ser la dinámica?, ¿una sesión para el efecto mediático, que Reyes se tome la foto, y otra en la que van a trabajar los que sí le saben y si han pasado las pruebas de control?

Esto se va a tornar complicado, o las reuniones no van a servir, pues las instancias de seguridad pública y seguridad nacional, de por si cerradas, no van a poner todos los asuntos en la mesa al estar presentes personas sin el debido nivel de acceso, o van a terminar exponiendo información sensible, que se corre el riesgo sea mal utilizada.

No se trata de prejuzgar a nadie, pero ¿por qué no someterse al control de confianza? y no únicamente por la participación que tendrán en las mesas de seguridad, aunque ahora sea como invitados y no como coordinadores, sino por el papel que tendrán en el estado, donde según Reyes serán garantes de la honestidad.