CAFÉ POLÍTICO

 SE LE VAN LAS CABRAS

Nuevamente al alcalde Jorge Zermeño se le van las cabras al cerro. Cómo está eso de que quiere hacerle un favor a un viejo amigo de nombre Segundo Llama Alatorre, con eso de que van abrir las vialidades del Campestre La Rosita. Como se recordará, hace seis años fueron cerradas varias calles de ese sector residencial con el fin de bajar el índice delictivo, lo que dio buenos resultados, aunque hoy en día la inseguridad ha vuelto a repuntar. Cabe destacar que la gran mayoría de los vecinos coinciden en que las vialidades deben continuar cerradas ya que si bien han bajado los homicidios de alto impacto, también es cierto que la delincuencia comienza a sentar sus reales bajo otras modalidades. Vale recordar que Zermeño en campaña prometió textualmente: “seré claro y directo; no tengo intención de abrir los accesos a la colonia. La seguridad de sus habitantes es importante”. Es claro pues, que Jorge falta nuevamente a su palabra ya que en breve abrirá las entradas, dándoles un portazo en la cara a todas las familias que tienen años en ese sector y que desean, cuando menos, un poco de paz.

EL ÚNICO VECINO

Por cierto, si Usted me pregunta quién es el único vecino que quiere que se abran las vialidades, yo le contesto. Hace años Torreón fue una de las ciudades más inseguras del mundo y del país (con la llegada de varios cárteles). Entonces varios empresarios se fueron de la ciudad, siendo uno de ellos el agiotista Segundo Llama que vendió su casa del Campestre La Rosita. Se dice que no estuvo mal que se marcharan ya que los tiempos pasados fueron muy turbulentos y procelosos. Pasada la tormenta y una vez que llegó la calma gracias a los tamaños bien puestos de los exalcaldes Eduardo Olmos y Miguel Riquelme, Llama Alatorre regresó a Torreón, precisamente a la misma colonia residencial. El caso es que su nueva casa da al campo de golf y para que se “viera bonita”, Segundo podó varios árboles y quitó otros para que tuviera mejor vista ante todos. Desde entonces, y por no haber solicitado permiso para la tala y poda de los árboles que son del Campestre, tiene prohibido entrar y hacer uso de las instalaciones del club. Incluso, Segundo ha intentado ser socio, pero ha sido rechazado. Pues bien, él y Zermeño van por la apertura de calles y libre tránsito vehicular por ese rumbo.

¿CLONADOS?

Salvaguardar la seguridad de los colonos y la prevención de los delitos, es obligación del gobierno municipal. Independientemente de ello los robos de vehículos, asaltos y robos a casas habitación han rebasado a las autoridades de Torreón. Y ello parece no preocuparle a la primera autoridad toda vez que está empecinado en reabrir las calles. Carajo, Jorge parece clonado de Andrés Manuel López Obrador con eso de que un día prometen una cosa y al otro día hacen otra.

CERO Y VAN CUATRO

Por otro lado y en otra tema no menos reprobable. ¿Cómo está eso de que funcionarios municipales eluden la obligatoriedad de comparecer ante el Cabildo para informar de sus actividades? Mire usted, ayer lo que sería la décimo cuarta sesión ordinaria de la Comisión de Justicia Municipal de Torreón, no se llevó a cabo por la inasistencia del Presidente del Tribunal de Justicia Municipal, Jesús Javier Campos Escobedo, que con esta falta lleva        4 al hilo, seguiditas, de manera ininterrumpida el ingrato. De veras que no se vale. El tema, claro, es peliagudo porque las autoridades de Torreón fueron desnudadas públicamente debido a los yerros cometidos a raíz de la ignorancia supina de varios funcionarios que metieron la mano en el escabroso asunto referente a la licencia de funcionamiento del Casino Majestic.

CONTUBERNIO Y MARIDAJE

Pues bien, Chuy Campos –buen hombre y mejor abogado– se ha visto presionado por órdenes de “arriba” para que no asista y suelte la sopa de como violentaron la ley para favorecer a los casineros, que dicho sea de paso, el 90 por ciento de los torreonenses no desean –para nada–, que regresen a la ciudad. Cabe destacar que esta resolución ilegal, falsa y viciada sobre la licencia de funcionamiento del Majestic, se cocinó en el despacho de Alberto Romero, sórdido y desaseado abogado que gustaba litigar en los periódicos de la localidad, sobre todo en La Opinión de aquellos tiempos. Vamos, Chuy Campos está sujeto a muchas presiones que hasta ya le sacaron canas verdes. Éste efebo de la política solo atina decir: “donde manda capitán, no gobierna marinero”. Y claro, eso de no asistir hasta en cuatro ocasiones (hasta al día de ayer) a las sesiones de Cabildo –al igual que los regidores panistas que tampoco acudieron–, evidencia que la línea viene de arriba en un claro contubernio y maridaje de línea recta.

TAMPOCO ACUDEN REGIDORES

Por su parte el firme y tenaz regidor presidente de la comisión Enrique Sarmiento Alvarez, además de Eduardo Carmona y Guillermo Gutiérrez del Bosque, han señalado que cada inasistencia de funcionarios y de ediles, es una burla y mezquindad contra la ciudadanía. Recordar que ayer tampoco acudieron a sesión  los regidores del PAN y PES: Diana Valeria Hernández Morón, David Moreno Sáenz, Héctor Eduardo González Madero y Claudia Contreras Barrios, toda vez que salieron con el argumento pueril y baladí de que en ese preciso momento estaban participando en una reunión con el alcalde Zermeño. Queda pues en evidencia –una vez más– el temor y preocupación de tratar el tema relacionado con el escandalazo de la licencia de marras del Casino Majestic. Lo peor del caso es que directores han defendido a ultranza la emisión del documento; mientras que los casineros acuden con regularidad a la Secretaría de Gobernación para gestionar la reapertura; a la vez que la ciudadanía hace cruces para que no lo logren. Como que el gobierno entrante de López Obrador y el de Zermeño tienen mucho en común, se parecen mucho, o de plano están clonados. Estaremos pendientes.