EN EL TINTERO  

Error garrafal

Lo que parecía una de las acciones mejor intencionadas del próximo gobierno federal que encabezará Andrés Manuel López Obrador, se convirtió en una farsa y la evidencia de que seremos gobernados por un Presidente con un equipo que trabaja con ideas y formatos arcaicos.

Y es que este jueves durante el inicio de la consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se demostraron errores básicos en la dinámica que organizó el equipo de transición al implementar procesos y herramientas primitivas para conocer la opinión de los mexicanos en una decisión relevante.

Mil 73 casillas fueron instaladas en el país, se distribuyeron un millón de boletas en las 32 entidades federativas y, en el caso de Coahuila, se destinaron 38 mil en 23 puntos de los municipios de Saltillo, Torreón, Piedras Negras, Monclova y Cuatro Ciénegas.

Durante la jornada sobresalió la participación de personas por arriba de los 35 años y adultos mayores, la presencia de jóvenes fue muy poca o prácticamente nula. Sin embargo, el entusiasmo de ese grupo de la población -en su mayoría- seguidores de AMLO, fue tangible.

Desde temprano se colocaron los módulos; modestos, aunque aparentemente suficientes para la consulta. Uno se preguntaba: ¿Qué tanto pudieron gastar en la organización? Salvo la impresión de boletas, un par de sillas y mesas, las miles de personas -100 en Coahuila- que participaron, eran voluntarios y no recibieron pago alguno. Hasta ahí estamos bien.

La decepción vino después, cuando se entregaba boleta. Para palomear una de las dos opciones, ya sea el nuevo Aeropuerto en Texcoco o re direccionar el actual con dos pistas más en Santa Lucía, utilizaba un lápiz que nadie podía garantizar era imborrable. Lo cierto es que sí se podía borrar.

Eso no era lo más grave, cuando entregaba la credencial de elector, anotaban su número y clave del documento en una hoja de cuaderno de raya o cuadriculado. ¡Qué más da! Incluso una hoja arrancada sería la evidencia para la captura de datos.

Aunque en algunos sitios le pedían pintar su dedo en otros no y eso permitió que la misma persona pudiera ir y votar dos veces o más. En Coahuila, Reyes Flores Hurtado, coordinador en esta entidad de Andrés Manuel López Obrador aseguró que automáticamente el sistema rechazaría un voto duplicado, pero es mentira. ¿Por qué?

En entrevista en la Ciudad de México, el coordinador de Comunicación Social y vocero del gobierno electo, Jesús Ramírez Cuevas, fue cuestionado de cómo era posible vincular el registro de una credencial de elector duplicada con el sentido de la opinión de una boleta si ninguna estaba foliada. No hubo respuesta.

Y es que efectivamente, aunque pudieran detectar en el sistema miles de personas que acudieron más de una vez a votar, es imposible revelar cuál fue exactamente el sentido de su voto para poderla eliminar.

Lo anterior es producto de la novatez, primero de los responsables de la organización; y segundo, de las personas que sin el conocimiento necesario fueron ubicadas en los módulos para encabezar acciones que requieren de mucha seriedad. La intención era muy buena, pero el resultado será impreciso, porque llevará a cuestas un error garrafal.

 

 

 

 

 

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