Pensiones en riesgo, si se cancela el Nuevo Aeropuerto

Si se cancela el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tendrían que liquidarse bonos a inversionistas extranjeros por 6 mil millones de dólares, y se pondrían en riesgo 13 mil 500 millones de pesos que las afores destinaron de los recursos de los trabajadores para éste proyecto.

La cancelación del proyecto de infraestructura más grande de América Latina y de México no podría llegar tan fácilmente como se propone. Abogados consultados, comentaron, partiendo de la posibilidad de que se cancele la terminal de Texcoco, que los primeros en la fila para cobrar sus recursos serán los tenedores de bonos.

La deuda del fideicomiso que manejaría el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se repartió entre 750 inversionistas. Se visitaron en Londres, Nueva York, Singapur, Boston, Los Ángeles, entre otras ciudades, a más de 85 inversionistas institucionales.

En México únicamente Afore Sura tomó parte de los papeles de la nueva terminal aérea. Los abogados indican que de ir por Santa Lucía, los inversionistas tendrán varios caminos, que dependerán de la actitud jurídica que tome la nueva administración federal. Los recursos comprometidos son 6 mil millones de dólares, alrededor de 120 mil millones de pesos, de los cuales no se sabe cuánto se ha utilizado.

El gobierno entrante ha dicho que los bonos se pagarán con la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA). Sin embargo, se requerirían nuevos contratos, nuevas condiciones y mejores garantías. En algunos casos, los inversionistas saldrían del proyecto, ya que invirtieron sus recursos en un proyecto que era verde y así lo hicieron saber a sus consejos de administración.

 

LAS AFORES, LOS ÚLTIMOS EN LA LISTA

Cuatro afores destinaron 13 mil 500 millones de pesos de los recursos de los trabajadores para adquirir parte de los 30 mil millones que se emitieron a través de Fibra E, de la nueva terminal aérea.

Afore Inbursa, Pensionissste, Profuturo y XXI Banorte y los trabajadores que representan tendrían que formarse al final de la línea en caso de que se cancele la terminal. Primero se paga a los acreedores, impuestos, y después al gobierno y socios capitalistas, destaca un abogado. Otro estudioso del derecho dijo que no habría problema, ya que el pago del Fibra está garantizado por el TUA.

Los abogados destacaron que el gobierno no dejará desprotegidos los recursos de los trabajadores afiliados a las afores, pero tendrá que atender varios frentes que dificultarían que pagara en el corto plazo los recursos aportados por las afores.

Los entrevistados coincidieron en que la cancelación de la terminal sin una adecuada solución generaría salida de capitales, baja en la calificación del país, desconfianza y poco interés de los inversionistas en proyectos futuros que tenga la nueva administración federal. El panorama, vislumbran, no sería fácil en el corto plazo para los mercados financieros. (EL ECONOMISTA)

 

 

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