Trasplante de células madre podría conducir a la erradicación del VIH en el organismo

Foto: Twitter @IrsiCaixa

El trabajo, coliderado por el Insituto de Investigación del Sida IrsiCaixa (Barcelona), impulsado conjuntamente por la Obra Social “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, y del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), indica que la procedencia de las células madre, el tiempo para lograr el reemplazo completo de las células receptoras por las células del donante y la enfermedad del injerto contra huésped podrían haber contribuido a una potencial desaparición del VIH. Estos hallazgos podrían servir para el diseño de nuevas estrategias de cura de la infección.

La página de internet de UNAM Global publicó que el motivo de que actualmente los fármacos no curen la infección por el VIH es el reservorio viral, formado por células infectadas por el virus que permanecen en estado latente y no pueden ser detectadas ni destruidas por el sistema inmunitario.

Ahora, un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine señala que ciertos factores asociados con el trasplante de células madre podrían contribuir a la eliminación de este reservorio en el cuerpo. En el estudio, después de que 5 pacientes que recibieron un trasplante de células madre tenían un reservorio de VIH indetectable y en uno de ellos no se encontraron anticuerpos contra el virus en su sangre 7 años después del trasplante (todos ellos seguían su medicación con antiretrovirales).

“Este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no”, explica la Dra. Maria Salgado, investigadora de IrsiCaixa y co-primera autora del artículo.

El único participante con un reservorio de VIH detectable recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical, el resto fue de médula ósea, y tardó 18 meses en reemplazar todas sus células por las células del donante.

“Este proceso puede durar de uno a dos meses a más de un año, y hemos observado que cuanto más corto es este plazo, más efectiva es la reducción del reservorio”, añade la Dra. Mi Kwon, hematóloga del Hospital Gregorio Marañón y co-primera autora del artículo.

Otro punto de interés es la enfermedad del injerto contra huésped, que se produce cuando las células del donante atacan a las células del receptor. El único participante con reservorio detectable no tuvo esta reacción.

“Si logramos controlar este efecto para que no sea fatal, dice el Dr. José Luis Diez-Martin, jefe de servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Gregorio Marañón y colíder del estudio, no solo se destruyen las células tumorales del receptor, sino también otras células como las del reservorio viral”.

Todos estos hallazgos podrían servir para el diseño de estrategias de curación del VIH menos invasivas, ya que el trasplante de células madre se recomienda exclusivamente para tratar enfermedades hematológicas graves.

El estudio se basa en el caso de El Paciente de Berlín: Timothy Brown, una persona con VIH que en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia. El donante tenía una mutación llamada CCR5 Delta 32 que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, ya que evita la entrada del virus en ellas. Brown dejó de tomar la medicación antiretroviral y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre. Se le considera la única persona en el mundo curada del VIH.

Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación del VIH asociados con el trasplante de células madre. Para ello, el consorcio IciStem ha creado una cohorte única en el mundo de personas infectadas por el VIH que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica. “Nuestra hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown”, dice Salgado.

El estudio incluyó a 6 participantes que habían sobrevivido al menos 2 años después de recibir el trasplante. Todos los donantes carecían de la mutación CCR5 Delta 32 en sus células. “Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus”, explica Kwon.

El siguiente paso será realizar un ensayo clínico, controlado por médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antiretroviral en algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias. De esta forma, los investigadores podrán comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del organismo, con esta técnica. (UNAM GLOBAL)

 

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