DE BUENA FUENTE

Gasparin y compañía…

El tema de desvió de recursos en la Universidad Autónoma de Coahuila crece y se alimenta con especulaciones de todo tipo.

Por lo pronto, el periódico estatal se mantiene en su línea editorial y parece traer información para toda la semana.

Los presuntos involucrados en el desvió del millonario presupuesto universitario, mantienen sus bocas cerradas en espera de que amaine la tempestad.

Chema Frausto y Blas Flores, actuales secretarios de Gobierno y de Finanzas, respectivamente, y antes rectores de la UA de C, negocian por los oscurito con el inquilino de Reforma 222, en la Ciudad de México.

Lo más natural, es que en un ataque de honradez, ambos funcionarios estatales pidan licencia a su cargo, para limpiar su deteriorada imagen, y evitar que el escándalo salpique a la actual administración estatal.

Hay que recordar que en el sexenio de Enrique Martínez y Martínez, el grupo de notables al mando de Chema Frausto se adueñaron del manejo de la máxima casa de estudios.

Con Humberto Moreira y Rubén, acrecentaron  su poder en el ámbito universitario a grado tal que Chema repartía la rectoría y otros importantes puestos, como barajas de lotería.

Es en la actual administración estatal cuando Frausto Siller pierde el control de la Universidad coahuilense, en una jugada maestra del Gobernador Miguel Ángel Riquelme, cuando Chema le pide para su grupo la Secretaria de gobierno y la Secretaria de Educación.

Riquelme acepta, pero deja fuera del paquete a la UA de C, y se elige al político lagunero Salvador Hernández Vélez, como nuevo rector, con lo que se recupera la casa de estudios para la sociedad y los estudiantes.

Eso dicen los que saben, y son los mismos que ahora tejen la teoría de que las publicaciones sobre las corruptelas en la Universidad, son como las indirectas de antaño:

-Te lo digo a ti mi Chema, entiéndelo tú mi Chava…

Lo mejor es que Chema y Blas dejen de fingir demencia.

 

Bronca en puerta…

A ver, a ver. ¿Qué mosca les pica a los políticos panistas que una que llegan a la alcaldía, les da por tratar de reabrir casinos?

El alcalde electo de Torreón, Jorge Zermeño, tuvo hace unos días la ocurrencia de autorizar la reapertura de un casino en la Perla lagunera, solo por ser autoridad municipal.

El gobernador Miguel Ángel Riquelme,  reaccionó a la arbitraria conducta del alcalde torreonense, y advirtió que en Coahuila no serán reabiertos los casinos, bajo ninguna circunstancia, ni pretexto.

En su tiempo, el ex alcalde saltillense Isidro López Villarreal, también de filiación panista, intentó reabrir los casinos en la capital coahuilense, pues tenia un pacto con dueños de estos locales y propietarios de yonkees, para dejarlos trabajar.

Al parecer ese mismo pacto, es el que obliga a Zermeño Infante a dar el permiso para la reapertura de casinos en Torreon.

Sin embargo, Jorge no puede estar por encima de la ley, y de insistir en dar facilidades a los casinos, puede enfrentarse a serios problemas legales y políticos.

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