Estudia la UAAAN la domesticación del orégano

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 México es el segundo productor de orégano en el mundo, después de Turquía. Anualmente se producen cerca de cuatro mil toneladas de orégano seco en estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Noventa por ciento de la producción de esta planta es material de exportación. El auge del orégano se debe a sus propiedades benéficas que van desde el uso para la preparación de alimentos, hasta su aplicación en las industrias farmacéutica, agrícola y cosmética, por contar con características anticancerígenas, plaguicidas, antimicrobianas, entre otras.

A pesar de que el orégano tiene estas propiedades y potencial de mercado, es una planta que no ha sido completamente domesticada y aprovechada por el sector agroindustrial en México.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Hermila Trinidad García Osuna, profesora e investigadora del Departamento de Fitomejoramiento de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), explica la importancia, potencial e investigación en torno al orégano, para beneficio agrícola y socioeconómico de la región semidesértica de Coahuila y México.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué es el orégano?

Hermila Trinidad García Osuna (HTGO): El orégano es una planta herbácea, perenne, que se utiliza mucho para cuestiones culinarias y tiene aplicaciones funcionales, esto significa que mejoran la salud.

AIC: ¿Por qué es importante el orégano?

HTGO: Tiene importancia comercial, social y ecológica. México es el segundo productor después de Turquía. Una de las problemáticas sociales y ecológicas que tenemos es que la planta se colecta de su hábitat natural, lo cual implica que estamos deteriorando las poblaciones naturales porque no hay un reclutamiento de esta planta en las poblaciones. La necesidad que tenemos es empezar a domesticar esta planta para poder tener una alternativa, en cuanto a la sustentabilidad de nuestras poblaciones y al sostenimiento de las familias que dependen de esta planta.

AIC: ¿Qué investigan en torno al orégano?

HTGO: El primer paso es utilizar herramientas biotecnológicas para propagarlo, una vez que tenemos los resultados con estas herramientas, necesitamos ver qué podemos hacer para incrementar los compuestos fitoquímicos que contiene y hacerlo más rentable.

La investigación se puede dirigir hacia aumentar estos metabolitos secundarios que son de importancia como los monoterpenos y, una segunda alternativa, es ver cuál es el potencial para hacerlo bajo condiciones de invernadero, bajo malla sombra o bajo condiciones de cultivo como se manejan generalmente todos los productos hortícolas o agronómicos.

AIC: ¿En qué etapa se encuentra esta investigación?

HTGO: Estamos en un proceso de evaluación, estamos viendo el potencial que tiene en la micropropagación. La segunda etapa sería cómo aumentamos estos compuestos metabólicos para empezar a buscar alternativas biotecnológicas para el mejoramiento vegetal.

Estas alternativas serían probablemente, aumentar el número cromosómico y hacer esta planta poliploide, que favorecería el incremento de estos compuestos o la aplicación de los elicitores, que son compuestos químicos que actúan dentro de la planta para modificar su metabolismo.

AIC: ¿Qué potencial tiene el orégano para los agricultores de la región?

HTGO: A la institución le interesa mucho ofrecer las tecnologías o paquetes tecnológicos a los productores, para que ellos le den un valor agregado, como es la obtención del aceite de excelente calidad y puedan ofertarla y así tener mayor posibilidad de ingreso. El aceite contiene los compuestos químicos que le dan el valor comercial a la planta, como el timol y carvacrol, que son dos monoterpenos. El mercado a nivel internacional tiene mucho potencial.

AIC: ¿Cuál es el futuro del proyecto?

HTGO: Primero establecer las plantaciones de plantas micropropagadas en invernadero, en malla sombra y en condiciones de campo abierto. La segunda etapa sería buscar alternativas biotecnológicas para el mejoramiento de la planta.

México es el segundo exportador de este producto como hoja seca, sin estar domesticado. Si logramos avanzar tecnológicamente para poder mejorar la calidad y ofertar a nivel internacional  y conocemos el beneficio para el sector social, los ejidatarios podrán tener un recurso mejor valuado desde todos los puntos de vista. Queremos hacer un esfuerzo para rescatar y hacer más sustentable nuestro campo.(CONACYT)