Nuevo México demanda a Google y Twitter por recopilar datos de niños

El gobierno de Nuevo México interpuso una demanda en una Corte Federal contra un grupo de compañías de tecnología, incluyendo a Google, Twitter y varios desarrolladores de aplicaciones, por recopilar ilegalmente datos de niños menores de 13 años sin el consentimiento de los padres.

La demanda sostiene que una serie de aplicaciones diseñadas por Tiny Lab Productions y comercializados por Google en su Play Store están dirigidas a niños y contienen software de seguimiento ilegal, según informó el periódico Excélsior en su sitio web.

La ley federal prohíbe recopilar datos personales de niños menores de 13 años sin el consentimiento de los padres.

De acuerdo con las autoridades de Nuevo México, “esta recopilación de datos ilegales permite a los demandados, y a quien sea que vendan estos datos, el poder rastrear, perfilar y apuntar a millones de niños en todo el país”.

Estas aplicaciones pueden rastrear dónde viven, juegan e ir a la escuela los niños con una precisión increíble», dijo el procurador general de Nuevo México, Héctor Balderas.

Estas compañías de tecnología multimillonarias que se asocian con los desarrolladores de aplicaciones se están aprovechando de los niños de Nuevo México, y el inaceptable riesgo de incumplimiento de datos y acceso de terceros que buscan explotar y dañar a nuestros hijos no será tolerado en Nuevo México», indicó.

La demanda, interpuesta esta semana, se da después de que un estudio de la Universidad de California en Berkeley analizara casi seis mil aplicaciones para niños y descubriera que la mayoría de ellas parecían infringir la COPPA.

Balderas dijo que los padres deberían saber qué aplicaciones usan sus hijos y ajustar la configuración para limitar el seguimiento de anuncios y otra recopilación de datos.

A medida que la tecnología avanza, cada vez más niños obtienen acceso a Internet e Internet de las cosas», dijo. «Estos juegos, descargados de Internet y conectados a Internet durante y, a veces, incluso después del juego, representan un riesgo único para los niños». (EXCÉLSIOR)