Pluralismo llega a su fin; inicia legislatura con mayoría morenista

Foto: @Mx_Diputados

CIUDAD DE MÉXICO. Por voluntad mayoritaria de los ciudadanos, este 1 de septiembre terminaron 18 años de pluralismo político en el Congreso de la Unión, para regresar a la mayoría absoluta de la fuerza política que llevó al triunfo a un Presidente de la República, y que México vivió durante 83 años de vida legislativa, compartió Excelsior.

Comenzó así un Poder Legislativo que enfrenta de entrada seis retos. Demostrar que su mayoría absoluta no es igual a la aplanadora priista. Comprobar con hechos que valió la pena avalar la suma de irregularidades que permitieron la existencia inédita de una bancada oficial de un partido político que no existe, el ingreso de suplentes en lugar de titulares plurinominales, la presencia de personajes polémicos que enfrentaron procesos judiciales y un insólito senador que al mismo tiempo es gobernador.

El tercer reto es demostrar que está justificado en el trabajo que, a pesar de tener paridad de género, los hombres se quedaron con el control de los órganos de gobierno de ambas Cámaras del Congreso. El cuarto es mostrar a los mexicanos que la baja preparación académica de sus 628 integrantes –500 diputados y 128 senadores– no pegará en la calidad del trabajo legislativo; el quinto, que el promedio de 50% de integrantes que jamás han legislado aprenderán pronto a hacer leyes y a razonar en la lógica jurídica del Poder Legislativo.

Y el sexto reto es mostrar que la política de austeridad que impondrá Morena en el Congreso de la Unión le bastará para recuperar la devaluada imagen de los legisladores federales, colocados en el último lugar de reconocimiento ciudadano.

Un Congreso de la Unión que instaló su asamblea previa en medio de la polémica, porque mientras los 247 diputados federales de Morena gritaron en el pleno de San Lázaro que “es un honor estar con Obrador”, para mostrar su sumisión a las decisiones del Ejecutivo Federal que comenzará a trabajar el 1 de diciembre, en el Senado, la presidenta de la Mesa de decanos, Ifigenia Martínez, también dejó en claro que la mayoría está ahí por la fuerza de López Obrador y el trabajo de esta Cámara se sujetará a la agenda de su gobierno.

Este sábado comienza el trabajo de los legisladores federales que por la voluntad de 30 millones de electores serán mayoritariamente incondicionales del Ejecutivo Federal a partir del 1 de diciembre, igual que los priistas lo fueron desde el primer Congreso de la Unión posterior a la Constitución de 1917, formado en marzo de ese año, hasta el 1 de septiembre del año 2000, cuando la fuerza ciudadana sacó de la Presidencia de la República al PRI.

La muerte de la mayoría absoluta del PRI en la Cámara de Diputados se registró en 1997, cuando toda la oposición en pleno se juntó para ostentar la mayoría absoluta plural sobre el PRI, que por primera ocasión no logró ni 250 diputados.

Ese escenario no es factible ahora. Si bien Morena tiene 247 diputados federales, la oposición no ostenta la mayoría absoluta, ya que sus aliados políticos, PT, tiene 29 integrantes y Encuentro Social cuenta con 31, lo que implica que en total, la causa política de López Obrador tiene 307 legisladores; es decir, la mayoría absoluta, mientras la oposición efectiva está reducida de facto.

En el Senado, el pluralismo político llegó en el año 2000 y a partir de este sábado se terminó. Morena ya sumó 59 integrantes, más cinco de Encuentro Social y cinco del PT, para hacer un total de 69 senadores afines al próximo gobierno federal, por lo que tiene la mayoría absoluta.

Y aunque la regla constitucional establece que se requiere del voto de las dos terceras partes para cambiar la Constitución, precisa que son las dos terceras partes de los presentes, lo que implica que a cada intento de Morena por modificar la Carta Magna, en temas que no coincida, la oposición tendrá que obligar a todos sus integrantes a no faltar a la sesión, pues de lo contrario, Morena y sus aliados lograrán el cambio.

Así, el tiempo en que el pluralismo venció al priismo y modificó incluso la estructura interna de poder del Congreso de la Unión llegó a su fin. En los hechos, renace la Gran Comisión que existió con el PRI, porque una sola fuerza política tiene el control de los órganos de poder, aunque en esta ocasión sean dos hombres quienes los representen.

La dinámica de diálogo constante, la vinculación que durante 18 años evolucionó para relacionar a los legisladores con las organizaciones sociales en la construcción de leyes y reformas constitucionales, corre el riesgo de quedar sepultada ante la advertencia de Morena de que usará su mayoría constitucional y legítima para imponer su visión, cuando los intereses del país estén en riesgo.

TODOS PERDIERON, MENOS MORENA

La LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados inició el 1 de septiembre de 2015 con ocho grupos parlamentarios, sin embargo, en el transcurso de tres años, todos perdieron integrantes menos Morena, Encuentro Social y Nueva Alianza, quienes sumaron diputados a sus filas.

De cara al proceso electoral, la bancada de Morena pasó de 35 a 50 Legisladores, los “chapulines”, salieron principalmente del PRD, pero se sumaron igualmente del PRI, MC y PVEM, quienes se sumaron en el último tramo de la Legislatura con la esperanza de ser considerados en el proceso electoral de julio pasado.

Otros que sumaron fueron Encuentro Social, que cerró con tres diputados más en su bancada inicial, mientras Nueva Alianza concluyó el último periodo con dos diputados extras, pero con la pérdida de su registro y sin bancada para la siguiente Legislatura.

El PRI fue el Grupo Parlamentario que menos diputados perdió, arrancó en 2015 como Grupo Parlamentario mayoritario con 203 legisladores, sin embargo, en marzo de 2017, Carlos Hermosillo perdió la vida en un accidente automovilístico y a su suplente, Enrique Antonio Tarín García, excolaborador de César Duarte en Chihuahua, no le permitieron rendir protesta por estar vinculado a procesos penales.

Además, el PRI tuvo que restar de su bancada a Alejandro Armenta, oriundo de Puebla y que formaba parte de la fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pero se pasó a Morena, aunque gracias a los préstamos de diputados con el Partido Verde, sus números no se vieron afectados.

El PAN, por su parte inició con 109 y cerró con 107, el PRD arrancó con 61 y concluyó con 10 menos que emigraron a Morena o se declararon sin partido, tal es el caso de su coordinador Francisco Martínez Neri, quien renunció a su bancada para apoya a Andrés Manuel López Obrador, pero no se sumó a las filas de Monera en el Congreso.

El PVEM que tenía 47 diputados perdió 9 en el camino, asimismo Movimiento Ciudadano llegó con 25 y cerró con 21, NA terminó la Legislatura con 13, dos integrantes más a su cifra inicial y Encuentro Social pasó de ocho a 11 diputados, Manuel Clouthier se mantuvo como diputado independiente, pero a la lista se sumaron seis legisladores con la etiqueta de “sin partido”.

De acuerdo con el Sistema de Información Parlamentaria, en los tres periodos ordinarios que conformaron la LXIII Legislatura se aprobaron 710 iniciativas en la Cámara de Diputados, es decir, tuvieron una tasa de aprobación del 13% del total de iniciativas presentadas durante los tres años.

ARRANCA EL CONGRESO

El Congreso abre este sábado a las 5 de la tarde el primer periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio de la LXIV Legislatura, con la sesión de Congreso General para recibir el sexto Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, por escrito.

ACARICIA LA MAYORÍA ABSOLUTA

Morena aún no le cierra las puertas a quienes quieran integrarse a su bancada en la Cámara de Diputados. Le faltan cuatro para obtener la mayoría absoluta.

Aún si se quedara con los 247 integrantes que tiene, contará con margen de maniobra para aprobar las leyes prioritarias de su partido y del próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, deberá negociar con otras fuerzas políticas para sacar adelante reformas constitucionales.

Será hasta el próximo martes cuando se dé a conocer formalmente el número de integrantes por grupo parlamentario. Hasta el momento, los partidos que apoyaron a López Obrador a la Presidencia de la República (Morena-PT-PES) representan el 61.4 por ciento de los votos.

Morena y sus aliados tienen 307 integrantes, los suficientes para aprobar leyes, excepto reformas constitucionales. El PVEM será también un aliado de López Obrador en San Lázaro, pero sus 16 integrantes no serán suficientes para la coalición Juntos Haremos Historia.

Con esto, Morena y sus aliados deberán llegar a acuerdos políticos con el PAN, el PRI, Movimiento Ciudadano y el PRD.

Así, la coalición Juntos Haremos Historia por el momento tiene 307 integrantes, de los cuales 247 son de Morena, 31 del PES y 29 del PT.

La coalición Por México al Frente tiene 128 legisladores, es decir, 80 del PAN, 28 de MC y 20 del PRD.

La alianza Todos por México se rompió, así que el PRI y sus 47 legisladores podrían ir en contraparte con los 16 diputados del PVEM. El tricolor cobijó a los dos legisladores del Partido Nueva Alianza, al cual no le dieron los números para conformar un grupo parlamentario en San Lázaro.

La cara de la Cámara de Diputados cambiará a partir de este sábado, cuando arranca la LXIV Legislatura con el posicionamiento de cada bancada con motivo del VI Informe de Gobierno y la conformación del nuevo Congreso.

En la pasada Legislatura el PRI fue mayoría con 202 legisladores (40.4 por ciento), seguido del PAN con 107 (21.4 por ciento), el PRD con 51 (10.2 por ciento), Morena con 50 (10 por ciento), PVEM con 38 (7.6 por ciento), MC con 21 (4.2 por ciento), Panal con 13 (2.6 por ciento), PES con 11 (2.2 por ciento), un independiente y seis sin partido. (EXCELSIOR)