Dirigencia nacional del PRI, ¿el nuevo objetivo de Rubén Moreira?

 

Dicen que en política las casualidades no existen, y menos cuando quienes la practican son individuos con una gran experiencia y un largo colmillo, que les permite ver y anticipar lo que otros apenas vislumbran.

La sorpresiva renuncia este jueves de Rubén Moreira Valdez a la Secretaría General del PRI ha causado una multitud de especulaciones, pero analizando un poco las cosas, nos podremos dar cuenta que esta movida del ex gobernador de Coahuila no es obra de la casualidad. Más bien, parece ser un movimiento cuidadosamente estudiado, que le permitirá en un futuro no muy lejano estar en posibilidades de llegar a la dirigencia nacional de su partido. Veamos porque:

Su renuncia a la Secretaría General ocurre el día 16 de agosto, exactamente un año antes de que concluya el periodo para el que fue electo la actual dirigencia nacional. No olvidemos que fue el 20 de agosto de 2015 cuando Manlio Fabio Beltrones asumió el cargo, y, aunque renunció prematuramente, estatutariamente su periodo concluye justamente dentro de un año, es decir, en agosto de 2019.

Si Rubén se hubiera mantenido en la Secretaría General, habría estado impedido para buscar la dirigencia nacional para el periodo que comenzará en agosto de 2019, y concluirá en el 2023. Pero, al haber renunciado ahora, todos sus derechos quedan a salvo al evitar el posible candado que podría ser incluido en la convocatoria para esa elección interna, sobre todo porque al momento de ese proceso, cuando la actual dirigente tuviera que renunciar, a él le habría correspondido por prelación ser presidente por unas horas, y de esa forma quedaba inhabilitado para en un futuro aspirar a ocupar ese mismo cargo, ahora si por un periodo completo.

Rubén Moreira es uno de los impulsores que buscan un cambio auténtico en el PRI, lo cual se contrapone con aquellos que, dentro de este partido, buscan mantener las cosas como están, algo que se antoja imposible en este momento.

Al asumir el próximo 1 de septiembre el cargo de diputado federal, uno de los pocos que tendrá el PRI, se convertirá en un actor político de peso, lo cual sin duda le permitirá forjar un liderazgo dentro del PRI que a mediano plazo podría llevarlo a la dirigencia nacional de su partido, y en un momento dado a encabezar los esfuerzos del tricolor para intentar recuperar los espacios perdidos. (EL HERALDO DE SALTILLO)