Primer tatuaje. Pensar antes para no arrepentirse después

Con líneas comunicantes de su práctica entre las civilizaciones prehispánicas, el tatuaje en México ha adquirido un significativo auge en la actualidad. Esto gracias −entre otros muchos factores− al amplio movimiento y aceptación que ha tenido entre celebridades de la música, moda e incluso el fútbol internacional. La idea un primer tatuaje entre la comunidad va en aumento.

Símbolos hindúes, calaveras, rosas, rostros realistas y hasta personajes de videojuegos, son los diseños favoritos de una comunidad que mucho tiene que pensar antes de recurrir a la aguja de tinta en la piel, así lo asegura el tatuador profesional Ozkar Vasvi, propietario de Icarus (Xicoténcatl esquina con Aldama. Segundo piso. Centro Histórico), uno de los estudios de tatuaje más concurridos en Saltillo.

«Un tatuaje es algo totalmente personal. Ahí no deben influir amistades, ni familia, ni nada. Tú tienes la obligación moral y personal, como ser individual, de buscar lo que a ti te convenza y te llene. Ahorita hay estudios de tatuajes como Oxxos en las esquinas. Cualquiera dice que es tatuador y no lo dudo, lo importante es checar la trayectoria del tatuador para ver si embona en la idea que tú tienes», compartió en entrevista con El Heraldo, Ozkar Vasvi.

Para el experimentado artista del tatuaje, con 18 años de experiencia, es indispensable que la persona medite en conciencia la posibilidad de tatuarse ya que, como lo indica, es una marca para toda la vida. Ahonda en que es una decisión que no puede tomarse a la ligera y que el pensar a futuro es básico para darle el «sí o no» al arte en la piel.

«Antes la edad promedio en la que la gente se tatuaba era, en promedio, entre los 25 y los 35 años, y ahora no. Ves chavitos de 15 años que se quieren estar tatuando, y los papás los dejan. Yo no estoy en contra de eso, de lo que estoy en contra es de que los papás no inculquen a sus hijos, el deber de investigar y hacerse responsables. Tener un tatuaje es una marca irreversible. Aquí de plano no los tatuamos. Nosotros tenemos una responsabilidad civil social», mencionó.

TATUAR CON RESPONSABILIDAD

Permisos de regulación sanitaria, experiencia comprobable por triunfos en concursos de tatuaje nacionales, espacios limpios, materiales esterilizados y nuevos, y una atmósfera de seriedad con el cliente, son parte de los elementos que un buen establecimiento debe tener para ejercer esta práctica. Vasvi asegura que el primer deber de un tatuador profesional es dar los pros y contras al posible usuario, sobre realizarse sus «primeras rayas».

«Somos tatuadores responsables. Cuando llega una persona que se va a tatuar por primera vez, siempre preguntamos ‘¿por qué te lo vas a hacer?’, ‘¿cuál fue el motivo?’, ‘¿qué es lo que tú piensas a futuro y cómo te ves a futuro con ese tatuaje?’ Lo proyectamos para que él pueda estar completamente seguro de lo que va a hacer. Nosotros trabajamos para que la gente que venga a tatuarse regresen contentos y felices, y que recuerden que su primer experiencia fue la mejor», puntualizó.

Ozkar recuerda que fue por sus amigos y por su gusto por la pintura, que empezó a adentrarse en esta industria que existe en todo el mundo, e incita a la comunidad a informarse con amplitud sobre lo que significa estar tatuado y no dejarse guiar porque tener un tatuaje esté «de moda».

«El tatuador tiene la obligación de orientarte. Un tatuador que te dice que si a todo lo que tú le digas, no es una buena opción, porque lo único que quiere es tu dinero. Es su obligación hacer dudar al cliente para así cuando decida tatuarse, sepa que agotó todas las posibilidades en pro y en contra, y al final la decisión fue la mejor.  «, finalizó. (OMAR SOTO)

 

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