Si la crisis de sargazo ya es grave, espera a que llegue la temporada de huracanes

Foto: Twittwer @CarlosJoaquin 

Ciudad de México.- Justo cuando la crisis de sargazo en el Caribe mexicano está en su momento más álgido, un nuevo elemento podría llevar la situación de una desgracia a un desastre natural: la temporada de huracanes en el Océano Atlántico.

De acuerdo con la más reciente predicción del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Estados Unidos, México experimentaría en sus costas orientales –donde está Cancún, Playa del Carmen, Tulum y otros destinos turísticos afectados por el sargazo– unas nueve tormentas tropicales, cuatro huracanes y un posible huracán mayor, categoría de 3 a 5.

Esos intensos cambios climáticos en el Atlántico podrían llegar entre ahora y el 30 de noviembre de este año, lo que obligaría a las autoridades de Quintana Roo a poner en pausa el plan de crear una barrera marítima que desvié el sargazo hacia zonas no turísticas del estado.

Además de eso, del otro lado del país, en las costas de Guerrero y Oaxaca, la temporada de huracanes ya ha comenzado a sentirse con la aparición en el Pacífico del huracán John y la tormenta tropical Ileana.

El HuffPost México habló con tres expertos en medio ambiente para preguntarles si la temporada de huracanes traería buenas o malas noticias a los esfuerzos por combatir el sargazo. Y la respuesta no es alentadora.

«Este fenómeno aparece en los puntos con más degradación ambiental en Quintana Roo: Cancún, Playa del Carmen, Tulum, porque está aumentando la venta de terrenos sin que se destinen recursos para plantas tratadoras de aguas. Es decir, todo el drenaje va al mar y las aguas negras sobrealimentan a las algas», explicó Víctor Hirales, doctor en Bioderecho.

«¿Afectará la temporada de huracanes? Sí, porque arrastra de los subsuelos el agua residual que la industria hotelera inyecta en los suelos, pues es la práctica más común de los empresarios para reducir costos. Como resultado, podemos esperar más sargazo».

Para el biólogo marino Torcuato Pulido, colaborador en la ONG Global Coral Alliance, en el pasado se creía que los fuertes huracanes ayudaban a dispersas las altas concentraciones de algas. Sin embargo, la experiencia indica que esto no sucede así.

«Como se ha observado en los últimos años, después del huracán Irma, por ejemplo, la llegada del huracán no detuvo la constante llegada de esta alga(…) Los factores que dominan en su abundancia seguirán siendo el calentamiento de las aguas y el exceso de nutrientes, en su mayoría provenientes de un pobre tratamiento de aguas residuales urbanas o industriales».

Para Pamela Herrera, directora ejecutiva de Malgrass y especialista en macroalgas marinas, actualmente existen dos grandes masas de sargazo que flotan en el Atlántico: uno al norte del cinturón ecuatorial y otro más al sur. Eso indica que los cambios en los patrones de circulación oceánica originan que las macroalgas recalen en zonas costeras.

«Los fenómenos meteorológicos pueden favorecer la circulación y el transporte natural de las algas acumuladas en zonas poco profundas y con baja circulación. Las estructuras artificiales que pretendan ser contenedores en el mar pueden ocasionar verdaderos problemas ecológicos, si arriba un huracán y no se tiene protocolo adecuado para su retiro». (THE HUFFINGTON POST MÉXICO)

 

Los comentarios están cerrados.