La sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, un litigio posible

 

La coalición Juntos Haremos Historia obtuvo el 42.8% de los votos, pero tendrá el 61.2% de las diputaciones, cuando en realidad debería tener, cuando mucho, el 50.8%; es decir, 254 diputados, contra los 306 que tendrá

En las cinco elecciones federales que se llevaron a cabo entre 1985 y 1997 se utilizaron sistemas electorales distintos. No fue sino hasta la reforma electoral de 1997 que se estableció el método actual de representación en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, el cual permitió la consolidación del régimen democrático en México. La reforma de 1997 sentó las bases de la conformación actual de la Cámara de Diputados, el cual se conforma mediante un sistema electoral mixto de carácter mayoritario, es decir se eligen 300 diputados de mayoría relativa en distritos uninominales y 200 de representación proporcional.  Uno de los efectos de los sistemas mixtos de carácter mayoritario, es que se produce mayor nivel de desproporcionalidad entre asientos y votos, mientras que los sistemas mixtos de carácter proporcional generan congresos con menores diferencias entre el porcentaje de votos y el de asientos obtenidos por cada partido político.

En el caso mexicano, para evitar una desproporción excesiva entre votos y curules, se incorporaron desde en las reformas de 1993 y 1996 en el texto constitucional dos límites a la sobrerrepresentación de un Partido Político en la Cámara de Diputados, “ningún partido político pueda contar con más de 300 diputados por ambos principios ni con un número de diputados que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”

Según diversos cálculos, atendiendo a los resultados de la elección del 1 de Julio pasado, la Cámara de diputados estará conformada por 306 integrantes de la coalición “‘Juntos Haremos Historia”’: 187 de Morena, 61 del PT, 58 del PES. En tanto, el PRI sólo tendrá 42 diputados; 16 serán de Movimiento Ciudadano; del PRD 23; 79 del PAN; del PVEM 17 y del PANAL sólo uno.

En este contexto, si se analiza la conformación de la Cámara de Diputados en relación con el porcentaje de votos obtenidos en la elección de diputados encontramos datos relevantes que permiten ver como la coalición “Juntos haremos historia” a través de diversos mecanismos violenta los límites de sobrerrepresentación:

 

PARTIDO % VOTACIÓN OBTENIDA % CURULES CONGRESO SOBREREPRESENTACIÓN
MORENA 37.2 37.4 0.2%
PT 3.2 12.2 8%
PES 2.4 11.6 9.2%
TOTAL Coalición 42.8 61.2 18.4%

 

Como se puede observar de esta tabla, la mayoría absoluta que la coalición “Juntos haremos historia” alcanza, y que lo acerca peligrosamente a la mayoría calificada, no proviene de la voluntad popular, ya que existe un 57.2 por ciento de los electores que decidió no darle mayoría a esa fuerza política.

La Coalición JHH, abusando de diversas disposiciones de las leyes electorales que dan la posibilidad a que una Coalición determine mediante el Convenio la  fuerza política a la cual representará sus diputados electos, otorga a fuerzas políticas  sin ninguna representación real, como es el PT y PES, bancadas que en realidad obedecerán a los intereses de la fuerza mayoritaria que es Morena. Es así que, derivado del convenio de coalición, los 220 triunfos que  obtiene la Coalición JHH  por mayoría los distribuye de la siguiente manera: 108 Morena, 54 PT y 58 PES. Con esa distribución ficticia y ajena a la voluntad del votante, toda vez que en ninguno de estos distritos la votación del PT o del PES fue mayor que la de Morena, es decir, el elector eligió a un representante de dicha fuerza política y no del PT o del PES.

La consecuencia del abuso de este derecho es que a Morena sea imposible aplicar la sobrerrepresentación porque distribuye sus diputados en otras fuerzas políticas de su coalición en detrimento de las fuerzas políticas opositoras.  Si el convenio, o una eventual impugnación reconociera efectivamente que esos diputados pertenecen a Morena, la coalición JHH en conjunto alcanzaría un máximo de 254 diputados que equivaldría a su porcentaje de votación más el 8 por ciento de sobrerrepresentación. Este análisis abre la posibilidad para que las fuerzas políticas ajenas a la coalición JHH impugnen el acuerdo de conformación de la Cámara de Diputados para buscar una representación más justa y que aleje a los órganos de representación de una realidad monocolor, tan alejada de la sociedad mexicana.

La pregunta es, ¿van a impugnar los demás partidos? Y, de ser así, ¿Cuál será la decisión que tomará el Tribunal Electoral? Lo que está en juego es demasiado. Ni más ni menos que el futuro del país. (EL HERALDO)