CAFÉ POLÍTICO

RAMÓN BETANCOURT

VALORES Y ESENCIA

El PRI es un partido imprescindible para la vida política de México. Un partido que por más de 80 años ha construido y levantado las instituciones que actualmente aportan beneficios a la comunidad. Sin embargo, ante el ultraje y humillación de MORENA a todas las restantes organizaciones políticas (partidos), es impostergable e imprescindible que el tricolor recupere sus valores y esencia. ¿Cómo? A través de una corriente alterna diferente a los grupos tradicionales que siendo los de siempre –en los últimos sexenios Carlos Salinas y el Grupo Atlacomulco–, han decidido de manera errática quienes han sido los candidatos presidenciales, los candidatos a gobernadores e incluso a ambas Cámaras. Por si fuera poco, el presupuesto que recibirá el PRI en 2019 será imperceptible y limitado cuando todo mundo sabe que a este partido le encanta derrochar los dineros públicos, y más en campañas. Huelga decir que la crisis que actualmente vive el PRI es grave y preocupante. Debe refundar su esencia a través de ciertas reformas a sus documentos básicos como estatutos, declaración de principios y programa de acción que vayan acordes con la realidad que estamos viviendo los mexicanos.

Carajo, es que el PRI se quedó atrapado en los 70’s.

DE RISA

Una vez que el PRI, PAN y PRD fueron exhibidos por falta de legitimidad y representatividad en la pasada elección presidencial, ha lugar a que se haga efectivo –cuanto antes– el recorte del presupuesto multimillonario al igual que a sus partidos compinches y comparsas. A MORENA no le afectará tanto porque aunque se le reduzca, obtendrá más de lo que le han dado. Y vaya que en 3 años AMLO recibió cerca de 3 mil millones de pesos sin que haya dado cuentas de cómo y con quien se lo gastó. Aunque parezca increíble; solo en México. Y vaya que la bandera “contra la corrupción” la traen de moda.

De risa pues.

4 MIL 722 MILLONES

La reducción del financiamiento público es inaplazable y urgente porque no es posible que el año que entra de 2019 en que no hay elecciones federales, sino locales en unos cuantos estados, les vayan a “regalar” 4 mil 722 millones de pesos vía impuestos que pagamos religiosamente los mexicanos. Por ejemplo, MORENA recibirá 1,557 millones de pesos; PAN 850; PRI 800; PRD 392; MC 361; PT 343; PVEM 374. La verdad es que un despropósito de dinero, una burla realmente. El Partido del Trabajo (PT) del pillo, bribón y sinvergüenza Alberto Anaya, que le van a dar 343 millones de pesos. ¿Usted cree que los va manejar con claridad y transparencia? Nombre, se los va robar. Pero no solo hay que reducirles cuando menos el 50% de lo que les dan, sino que el financiamiento debe ir acompañado de una reforma político-electoral con el fin de que se transparente el manejo de dichos recursos toda vez que en la actualidad la ley es laxa para ellos. O sea, no se vale que los partidos manejen a discrecionalidad (a su antojo) el financiamiento público que dicho sea de paso, la gran mayoría de las veces es para enriquecer aún más a las élites partidistas (burbujas) de manera infame, ruin y cínica.

CIUDADANOS DE PRIMERA Y DE TERCERA

Ahora bien, MORENA se quiere colgar las medallas al proponer un 50% de reducción del financiamiento, cuando desde hace años se ha venido insistiendo en ello. Claro, las fracciones parlamentarias, sobre todos sus dirigentes, no han querido cortarse un brazo porque se les acabaría el negocio de darse una vida de lujos –como reyezuelos– en un país en donde 52 millones de mexicanos viven en la pobreza. Por cierto, este tipo de desigualdad social en que a los diputados y senadores se les considera ciudadanos de primera, y a los empleados, obreros y campesinos de tercera; ¿no influiría en el resultado del pasado domingo 1 de julio?

CONSEJO NACIONAL

En cuanto al PAN. El sábado 4 de agosto el Partido Acción Nacional celebrará su Consejo Nacional (CN). Es decir, desde ahora se están dando jaloneos, los estira y afloja entre los panistas para influir en la elección de quien será el próximo dirigente nacional a mediados de octubre. Una vez concluido el Consejo Nacional ya podrá concebirse quién es el que lleva la ventaja rumbo a la dirigencia. Independientemente de que la elección será dentro de dos meses y medio, también es cierto que la papa está muy caliente y más los suspirantes que se cuentan por montones. Hago un paréntesis para recordarles que el PAN recibirá 850 millones de pesos el año que entra.

HASTA PRECIADO

¿Será por ello que varios panistas se quieren “sacrificar” para llegar a la presidencia del Partido? Digo, es pregunta. Volviendo con el tema: ¿Quién quiere levantar al PAN de la lona? Anote usted a Rafael Moreno Valle, a cuya esposa dejó en su lugar (gubernatura de Puebla) aunque el morenista Miguel Barbosa asegura que la tumbará de un momento a otro. Otro que levantó la mano es Marko Cortés, alfil del “cerillo” Ricardo Anaya; Ernesto Ruffo, exgobernador de BC; Roberto Gil Zuarth, exsecretario particular de Felipe Calderón; Héctor Larios; Juan Carlos Romero Hicks; Marco Adame, exgobernador de Morelos y señalado por presuntos vínculos con el narcotráfico; y hasta Jorge Luis Preciado, torvo político que perdió dos veces la gubernatura de Colima (la elección se repitió en 2015) y que es señalado por tener lupanares, antros de vicio y hoteles de paso; una fichita pues.

MEMO… TRES AL HILO

En Coahuila también habrán de renovar dirigencia. Claro, ya hay varios apuntados que creen tener el derecho de ser el mero wearever. Por ejemplo, nos confirman que el virtual diputado federal electo Luis Fernando Salazar anda muy pero muy contento porque su mentor Guillermo Anaya perdió la elección para senador. ¿Cómo está esto? Sí, Luis al ver que Memo lleva 3 derrotas consecutivas en su carrera –la gubernatura contra Rubén Moreira; la gubernatura contra Miguel Riquelme; y la senaduría contra Guadiana y Verónica Martínez–, ya no le ve espolones para aventarse otra vez al ruedo. Es decir, Memo sería como una especie de damnificado al cual ya se le fue el camión. Vamos, ya no es una marca que venda, sino todo lo contrario. En este caso, la figura de Salazar emerge como el “Ave Fénix” –¿será?– y lo primero que desea antes de irse a San Lázaro, es hacerse del PAN en nuestro bello y pujante estado de Coahuila.

CAMBIO DE DIRIGENCIAS

Los panistas de Saltillo, que por cierto están más vapuleados que los priistas de Torreón ¿dejarán que Luis se haga del CDE? Mientras tanto, una vez que Damián Zepeda deje la dirigencia nacional del PAN, el que se hará cargo de las riendas será el torreonense Marcelo Torres, que dicho sea de paso, es de lo poco rescatable del blanquiazul en la Comarca y en el estado. Por cierto, en virtud de las serias desavenencias entre Marcelo y Luis Fernando, a éste último le convendría que cuando se dé el cambio de Bernardo González (que se va con mucho más penas que gloria), Marcelo ya no esté como jefazo de Acción Nacional en el país. Lógico, Torres Cofiño elegiría otra opción que podría ser el secretario del Ayuntamiento de Torreón, Sergio Lara –de todas sus confianzas–, para de esa manera desalentar las aspiraciones de Salazar de sustituir a Zermeño para después brincar por la gubernatura. Incluso, el mismo Marcelo podría hacerse cargo del PAN en Coahuila. Al tiempo.

Autor

Ramón Betancourt
Columnista

Los comentarios están cerrados.