EN EL TINTERO

 JESSICA ROSALES 

Tijeretazo

No debería preocupar a los burócratas el reciente anuncio del gobernador Miguel Ángel Riquelme respecto a que permanecerán en el cargo sólo aquellos que pasen la evaluación de desempeño. No debería, pero a los que sí están cumpliendo con la encomienda, el resto podría ir buscando una salida decente presentando su renuncia.

Claramente Riquelme Solís dijo que los cambios que tiene pendientes en varias secretarias “ahí sí esas áreas serán ocupadas”, declaró. Obviamente está hablando de personas de su confianza, de su equipo, y no le extrañe que la mayoría sean de la Laguna.

Una anécdota rondó por los pasillos de la Fiscalía General del Estado en los primeros días de la actual administración estatal, es más, mucho antes, desde que su titular Gerardo Márquez Guevara tomó protesta del cargo.

Ya lo habíamos comentado En el tintero, pero las consecuencias de tales actos podrían estar más cerca de lo que se piensa.

Cuando se lanzó la convocatoria para Fiscal, varios se promovieron para el cargo, uno de ellos, el actual Fiscal quien presentó su solicitud ante el Congreso y cumplió con todos los requisitos, pero antes de que se dieran los resultados finales tras la terna propuesta por el Gobernador -Rubén Moreira Valdez-, algunos funcionarios comenzaron a dar patadas de ahogado.

Márquez Guevara era delegado en la entonces  Procuraduría General del estado en la región Laguna, y ya que se pretendía que Homero Ramos Gloria permaneciera en el cargo, sus subalternos trataron de bloquear a quien intentara cometer traición. Claro que hubo otros que fueron enviados -como ocurre en política- para dividir el voto como Liberto Hernández Ortiz.

Pues resulta que fue el Fiscal Ministerial, Norberto Ontiveros, quien le pidió la renuncia a Guevara de su cargo cuando se andaba candidateando. Cuál fue la sorpresa del funcionario que a los pocos días se dio a conocer que era el seleccionado.

Los cambios en áreas importantes se detuvieron por motivos de la elección del 1 de julio, no querían mover el avispero, pero ahora que todo ha pasado, nada les impide que continúen con el proceso de transición que no se completó.

Estos funcionarios saben que están al borde del despido, y seguramente Ontiveros le rezó a varios santos para -por lo menos- permanecer unos meses más. No puede quejarse recibirá aguinaldo, ya que esto se concretará a final del año.

Hay muchos otros funcionarios que si bien no incurrieron en este tipo de actitudes no han hecho nada bien su trabajo, es más ni han hecho trabajo, estos casos hay que depurarlos.

Por ejemplo, aunque retiraron a Lorena Bermea de la titularidad de Oficina estatal para Promover la Igualdad y en Contra de la Discriminación, nos dicen que sigue cobrando su quincena en la secretaría que dirige Inocencio Aguirre Willars.

Habrá que advertirle al Gobernador de varios casos que con camuflaje intentan permanecer en sus cargos sin que nadie se de cuenta a la hora del tijeretazo.