¡SE SECA CUATROCIÉNEGAS!

 JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

De mantenerse el ritmo actual de la criminal sobreexplotación de los mantos acuíferos del Valle de Cuatrociénegas en algunos años más habrán desaparecido las pozas y riachuelos que conservan desde hace millones de años una biodiversidad única en el mundo.

Proyectos, protestas, denuncias, campañas se han emprendido en las últimas décadas, pero las autoridades, principalmente la Comisión Nacional del Agua, han tolerado la extracción indiscriminada e ilegal de los alfalferos que tienen ya devastada esa región. Estudios avalados por la UA de C denuncian que del total de la extracción en el valle, un 82 por ciento es ilegal; sólo el resto está debidamente concesionado. La consecuencia es que los humedales se han desecado en un 90 por ciento. Y eso que desde 1994 fue declarado área natural protegida. Hoy 70 especies endémicas están al borde de la extinción.

Por eso merece todo el reconocimiento y apoyo la campaña iniciada por el rector de la universidad Autónoma de Coahuila, Salvador Hernández Vélez, quien, con el respaldo de 66 mil firmas, demanda de la Comisión Nacional del Agua emprenda medidas y acciones necesarias de remediación para que cese la sobreexplotación de las pozas.

Hernández Vélez está consciente de que detrás del sospechoso consentimiento de Conagua están los millonarios intereses de los ganaderos lecheros de la Región Lagunera. Pero detrás de la campaña universitaria está –debe estar- el apoyo del Gobierno del Estado, de organizaciones de todo el mundo y de la sociedad en general. De tal manera que si el rector ya se metió en este brete, deberá continuar hasta sus últimas consecuencias y demostrar que va en serio su lucha por la preservación del Valle de Cuatrociénegas. Que no es una campaña más.

Una publicación de hace cuatro años señala que “definido como el paraíso perdido, el valle ha sobrevivido a millones de años y a varias eras glaciales, ha sido espectador de cinco extinciones masivas, y sus pozas han conservado los secretos del origen de la vida en el planeta.”

La pregunta es: ¿sobrevivirá el valle a los ganaderos lecheros? Hasta ahora va perdiendo la partida.