QUE TRUMP NO LOS ENGAÑE

 RD GONZÁLEZ

Siendo frenada la atrocidad cometida por Donald Trump al orquestar la separación de 2,551 migrantes entre la edad de 5 a 17 años del resto de sus familias durante los últimos dos meses, la atención gira alrededor de la ubicación y reunión de los niños con sus familias. Por los últimos 10 días se han observado muchos casos de niños siendo finalmente devueltos a sus padres y poco a poco se espera que todos logren ser devueltos, aunque poco factible será que lo logren para la fecha establecida del 26 de Julio.

La brutalidad que reside en los Estados Unidos en el tema de migración es tan solo agrandada por la falta de transparencia en los procesos incurridos. Ahora se encuentran reportajes por todos los medios sobre las familias que van siendo reunidas y es verdaderamente sencillo perderse en la emoción y sentimiento de los reencuentros. Lo que lleva a observar el caso de unos de los primeros padres en recuperar a su familia. Doce guatemaltecos felizmente reunidos están de regreso en su país. A primera instancia esto parece ser una buena noticia, pero si nos detenemos a pensar lo único que en realidad paso fue que personas en desesperada busca de asilo fueron deportados ágilmente. ¿Tuvieron tiempo de entender sus derechos a pedir asilo? ¿Regresaron por decisión propia o fueron instigados con el medio de separarse de nuevo?

Muchos abogados en la Unión Americana de Libertades Civiles están preocupados por los crecientes rumores e innegable realidad de que muchas de estas reuniones familiares serán acompañadas con deportaciones masivas.

Tanto los padres como los menores, especialmente los niños, han sufrido vivencias con gran probabilidad de traumas duraderos que solo los años nos indicaran que tan graves son. Los invito a observar los videos de muchas de estas reuniones y observar la falta de reacción de parte de los infantes para que la alegría y emoción de estas reuniones no separe nuestra atención de lo que Donald Trump esta ultimadamente haciendo, usando el terror como una herramienta para lograr una ágil deportación de miles de personas en busca de asilo, evitando así la mayor parte del proceso burocrático que existe precisamente para lidiar de la manera mas sensata y justa con estas situaciones.

El acto atroz de separar a niños de sus padres no debe servir como una cortina de humo para olvidar la atrocidad detrás de lo que puede llegar a ser “deportaciones exprés”. Múltiples agentes tanto sociales como gubernamentales, como una jueza de San Diego, están luchando para evitar que la masiva reunión de familias que se avecina se convierta en una masiva deportación al instante. Si bien no hay forma de saber si esta fue la intención desde un inicio del presidente americano, no nos olvidemos de que un acto atroz no cubre a otro.