CAFÉ POLÍTICO

RAMÓN BETANCOURT 

PARQUE ECOLÓGICO CERRO DE LAS NOAS

En uno más de sus actos de gobierno, el mandatario estatal Miguel Ángel Riquelme inició la construcción de lo que será el Parque Ecológico Cerro de Las Noas. En un evento bien vestido el gobernador firmó Convenio de Cesión de Ingresos del Teleférico de Torreón en favor del DIF Municipal y de la Diócesis de Torreón. Es decir, parte de las ganancias que ha venido generando la subida y bajada de miles de turistas en las góndolas del Teleférico, serán a beneficio del organismo municipal como de la Diócesis con el fin de continuar con el mantenimiento y remodelación del santuario que dejara para la posteridad el “padre grillo”, el sacerdote José Rodríguez Tenorio.

 

MENSAJE DE UNIDAD Y CONCORDIA

Cabe destacar que el gobernador Riquelme Solís dio un mensaje de unidad y concordia al señalar que esta obra es la continuidad a la coordinación de esfuerzos entre el Gobierno Estatal y el Ayuntamiento de Torreón. Don Miguel se vio conciliador y prácticamente le tendió la mano al alcalde torreones, lo que fue bien visto ya que los tiempos de México, Coahuila, La Laguna y Torreón, cambiaron. Y ojalá y que ello sea para bien. Por cierto, a 230 días de su gobierno, Riquelme señaló que continuará trabajando por el bienestar y crecimiento de los 38 municipios de la entidad. “Seguiremos teniendo obra para esta región, como la terminación del Corredor Troncal de la Red Integrada del Transporte (Metrobús), para este año ejecutaremos 380 millones de pesos; la rehabilitación del Bulevar Torreón-Matamoros, con 40 mdp;  la rehabilitación parcial del Periférico Raúl López Sánchez, con 30 mdp; y se construirá en Torreón un nuevo Centro Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados) con 100 mdp”, manifestó.

 

40 MILLONES DE PESOS

Huelga decir que la construcción del Parque Ecológico, tendrá un costo de 40 millones de pesos. Dicha edificación consiste en la construcción de terrazas a base de un sistema de muros de contención conformado por gaviones. Además contempla elementos de accesibilidad universal con plataformas eléctricas, pisos y señalética. Habrá zonas de descanso, área de juegos, tres restaurantes, módulos comerciales, bodegas, servicios sanitarios, jardines botánicos, oficinas administrativas y de vigilancia, iluminación, miradores, ambientes climáticos a base de aspersión de agua y plataformas eléctricas para facilitar la accesibilidad. Es decir, será una obra con toda la mano para esparcimiento de quienes suban al cerro a admirar la ciudad.

 

OBRA ETIQUETADA

Ahora bien, cabe recordar que al inicio de la obra del Teleférico fue duramente criticada por “agoreros del desastres” que nunca faltan, de aquellos egoístas que no pueden ver ojos bonitos en otra cara. Las críticas que vertieron –con claro tufo partidista, para sacar raja política–, no tuvieron eco en la ciudadanía que creyeron en Miguel Riquelme y que ahora constatan que el Teleférico fue todo un éxito que rebasó, por mucho, las expectativas generadas. Quienes insistían que en lugar de que se construyera el Teleférico con un costo de 170 millones de pesos, mejor se destinara para un drenaje pluvial u otras obras “más necesarias”; sabían de antemano que el Teleférico venía etiquetado. Es decir, a ese dinero no se le podía dar otro uso que no fuera el Teleférico. O lo que es lo mismo, a producto de gallina tendría que utilizarse el dinero en ello o de plano los 170 millones de pesos se irían a otra ciudad para le hechura del Teleférico. Ahora que ya pasaron varios meses y que todo mundo sabe que esta obra es toda una conquista, le reconocen la visión y determinación al hoy gobernador por no haber claudicado en su propósito de lograr lo que ha sido el mejor atractivo turístico en nuestra ciudad. Atractivo que han aprovechado miles de turistas locales, nacionales e internacionales. Por ello, “obras son amores y no mera razones”.

 

JAVIER, TESORERO

Este martes el Pleno del Congreso del Estado de Coahuila voto por unanimidad –22 votos a favor, cero abstenciones y cero en contra–,  el nombramiento de Javier Lechuga Jiménez Labora como nuevo Tesorero del cuerpo legislativo. Cabe destacar que Javier ha sido un respetado y reconocido profesionista en el área de contaduría y finanzas. En sus últimos cargos se desempeñó como Contralor Municipal de Torreón y Director de Egresos. De mano dura, pero firme y justa, Lechuga ha destacado por llevar a cabo labores de profilaxis y de reordenamiento en varias oficinas en donde ha tenido competencia y jurisdicción. Huelga decir que Javier es uno de los de mayor confianza del gobernador, por lo que su nombramiento fue bien recibido toda vez que es garantía en donde lo pongan. Vamos, como dice el dicho: “El que es buen gallo, donde quiera canta”.

 

 

ALFIO; MENOS DE SEIS MESES

Otro nombramiento que se suscitó este martes fue en la Delegación Laguna de la SAGARPA. Una vez que el Ing. José Armando García Triana renunció a esta delegación federal, Alfio Vega tomó las riendas de las oficinas. Cabe señalar que García Triana había realizado un plausible trabajo en la delegación que le reconocieron propios y extraños. Pepe fue un gran conciliador ya que avino a los diversos grupos de campesinos, ejidatarios y pequeños propietarios. Ello porque se le daba la fuerza de la conciliación, del acuerdo y conformidad. Vamos, García Triana fue destacado funcionario a lo largo de toda su vida sin ningún señalamiento en su contra. Bien. A este evento de unción de Alfio que dicho sea de paso, tendrá una transitoria y fugaz labor de menos de seis meses (van a desaparecer las delegaciones federales), acudió a tomarle protesta el Coordinador General de Delegaciones de la SAGARPA Fermín Montes Cavazos. También asistió el secretario de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Durango, Joel Corral Alcantar, así como los delegados federales de la SAGARPA en Coahuila y Durango. Por cierto, resultó extraño que al acto no haya acudido el secretario de Desarrollo Rural del Gobierno de Coahuila, José Luis Flores Méndez. Vamos, “El Chapo” envió como su representante al profesor Teodoro Arguijo. En fin.

 

 

Autor

Ramón Betancourt
Columnista