Violaciones en masa y asesinatos de ancianos, la barbarie en Sudán del Sur

Violaciones en masa de mujeres y niñas, asesinatos de ancianos, enfermos y discapacitados, y otras atrocidades perpetradas por fuerzas del Gobierno pueden constituir crímenes contra la humanidad, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que exige el enjuiciamiento de sus autores, algunos de ellos ya identificados.

Un informe preparado por observadores de la ONU documenta graves violaciones de las leyes humanitarias y abusos de los derechos humanos por parte de las fuerzas gubernamentales y sus aliados en Sudán del Sur.

La investigación, publicada este martes, revela que, entre el 16 de abril y el 24 de mayo de este año, 232 personas fueron asesinadas y muchas más heridas durante los ataques contra pueblos controlados por fuerzas de la oposición en el estado de Unidad.

“Los civiles han sido un objetivo. Los ancianos, las personas con discapacidad y los niños han sido asesinados en terroríficos actos de violencia. Algunos fueron colgados de árboles y otros quemados vivos en sus casas”, asegura el informe.

Las víctimas y los testigos describen como el Ejército de Liberación Popular de Sudán y sus fuerzas aliadas rodeaban los pueblos al alba o en la mañana y empezaban a disparar contra los civiles que huían. Los atacantes robaban el ganado, saqueaban las casas y las quemaban, junto con las despensas de comida.

Las mismas fuerzas usaron la violación de mujeres y niñas como arma de guerra. Al menos 120 fueron violadas por múltiples hombres. Entre las barbaridades figuran la violación de una niña de cuatro años y la de una mujer de veinte que acaba de dar a luz. Además, 132 mujeres fueron secuestradas.

Una política de tierra quemada

“La brutalidad y crueldad sin piedad de los atacantes descrita por los supervivientes sugiere que tenían una política de tierra quemada”, asegura el informe. “De acuerdo con las denuncias recibidas, los ancianos, los enfermos y las personas con discapacidad que no podían huir eran quemados vivos en sus chozas prendidas con mecheros”.

Como resultado de esta violencia, alrededor de 30.000 personas se han visto obligadas a huir, de las que 5000 encontraron refugio en lugares protegidos por la ONU, 8000 se escondieron en el campo y 18.000 huyeron a la ciudad de Mayendit, bajo control de la oposición.

Toda esta barbarie puede constituir crímenes contra la humanidad.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raaad al Husein, ha pedido al Gobierno que detenga los ataques contra civiles, y lleve a los autores ante la justicia, incluidos los que tenían el mando de las fuerzas. Tres de los individuos responsables de las principales atrocidades han sido identificados y uno de ellos ha sido al parecer apartado de sus funciones.

«Debe haber consecuencias para los hombres que presuntamente violaron en grupo a una niña de 6 años, que degollaron a ancianos, que ahorcaron a mujeres por resistirse al saqueo y que dispararon a civiles en los pantanos donde se escondían. Los que ordenaron y facilitaron estos crímenes tienen que rendir cuentas. El Gobierno de Sudán del Sur y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de asegurar que se haga justicia”, ha afirmado Zeid.

También pidió al Gobierno de transición de Sudán del Sur y a la Unión Africana que actúen rápidamente en el establecimiento de una corte híbrida que asegure el enjuiciamiento por estas graves violaciones de los derechos humanos.

La Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur está tomando medidas en varios frentes, entre ellas el aumento de la presencia de cascos azules en el área, la asistencia a los necesitados, la investigación de las violaciones de los derechos humanos y las conversaciones políticas con el Gobierno, los comandantes del Ejército y la sociedad civil. (ONU NOTICIAS)

 

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