Nadal rompe el techo de octavos en Londres por primera vez desde 2011

(Xinhua/Guo Qiuda)

Londres.- Había que retroceder hasta la temporada 2011 para encontrar la última vez en la que Rafael Nadal se presentó, al menos, en los cuartos de final en Wimbledon, algo que ha vuelto a conseguir en esta edición tras imponerse este lunes al checo Jiri Vesely por 6-3, 6-3, 6-4, en una hora y 53 minutos.

Hay dos períodos perfectamente marcados en la carrera de Nadal, a la hora de pisar el césped británico. El primero, entre 2006 y 2011, donde llegó a la final en cada una de sus participaciones (no se presentó en 2009). Y la segunda, entre 2012 y 2017, una época en la que no fue capaz de rebasar la cuarta ronda.

Este curso parece haber dicho adiós a las dudas sobre el verde británico, a las horas amargas frente a rivales como Lukas Rosol (contra el que cayó en segunda ronda en 2012), Steve Darcis (primera en 2013) o Dustin Brown (segunda en 2015). Nick Kyrgios, en 2014, y Gilles Muller, después de un maratoniano partido el pasado curso, también le cortaron el paso.

Esta vez Vesely era el encargado de poner el listón. Sobre el papel, un rival incómodo. Probablemente las peores condiciones que podían ubicarse al otro lado de la red para el manacorense: rival zurdo, con buen saque, al que le gusta la superficie y que concede poco ritmo.

Pero el español tardó poco en despejar las dudas, en demostrar que este año el decorado luce distinto al último lustro. En el cuarto juego del encuentro, con 2-1 a su favor, presionó el servicio del checo por primera vez, que acabó entregando el break con una doble falta (3-1).

El número uno del mundo confirmó la ventaja y a los 16 minutos mandaba 4-1. Sólo dejó escapar dos puntos con su servicio (20/22), una estadística que blindó su saque para asegurar el primer set.

Nadal supo imponer el ritmo. Seleccionó sus contadas subidas a la red para terminar casi siempre con éxito (12/13) y sobre la línea de fondo mandó con 37 golpes ganadores. Uno de esos winners con la derecha sirvió para firmar otro quiebre en el segundo set (3-2). Y aún tuvo tiempo para conectar otro passing con el revés cortado que certificó su segundo break del set.

El español estaba impecable con su servicio. Sin ceder opciones de break y con 9 aces. Hasta el 2-2. En el quinto juego, Vesely rompió la estadística. Aprovechó su primera oportunidad al resto para romper el servicio de Nadal. Pero no todo fue un cuento de hadas.

En la tercera manga, Vesely aprovechó el primer despiste del español con su servicio. En el quinto juego, el checo transformó su única oportunidad de break para adelantarse (3-2).

Pero Nadal reaccionó de inmediato. Recuperó el quiebre y, de la mano de sus mejores golpes de fondo, tomó de nuevo el mando del set. Un último quiebre, en el décimo juego, sirvió para abrochar el partido de su lado en su tercer «match point». (DPA)