España recibe al “Open Arms” mientras migración se agrava en el sur 

Foto: Paco Freire/SOPA Images via ZUMA Wire/dpa 

Barcelona/Madrid.- El barco humanitario «Open Arms» llegó este miércoles al puerto de Barcelona con 60 personas a bordo rescatadas del mar mediterráneo, mientras en el sur de España los migrantes que tratan de llegar a Europa se cuentan por miles.

El recibimiento del «Open Arms» siguió un guion similar al del «Aquarius» hace apenas dos semanas: después de realizar rescates de migrantes frente a las costas de Libia se le negó el ingreso a puertos de Italia y Malta, por lo que España decidió recibirlo.

En el puerto de Barcelona, los rescatados, de hasta 14 nacionalidades distintas y entre los que había cinco menores y tres mujeres embarazadas, recibieron asistencia sanitaria antes de ser trasladados a centro de acogida.

Al igual que se hizo con los más de 600 rescatados del «Aquarius», las autoridades españolas otorgarán un permiso especial de 45 días para que puedan regularizar su situación.

Sin embargo, más allá de estos casos más conocidos, mediatizados sobre todo por la negativa del Gobierno italiano, cuyo ministro del Interior, Matteo Salvini, vetó la entrada de los barcos humanitarios a sus puertos, la crisis migratoria está azotando sobre todo a la zona sur de España, la más próxima al continente africano, especialmente en la región de Andalucía.

Según el delegado del Gobierno en dicha región, Alfonso Gómez de Celis, en el primer semestre de 2018 llegaron 13.394 personas a las costas andaluzas, lo que supone más de doble que en todo 2016, cuando arribaron 5.713 inmigrantes, y el 80,3% de las personas llegadas en 2017 (16.678).

El problema en Andalucía resulta evidente al contrastar los datos con los revelados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que cifró en 15.426 las personas llegadas por mar a toda España en el mismo periodo, con un aumento del 140% respecto al año anterior.

La crisis migratoria es precisamente motivo de debate en toda Europa, que busca medidas para combatirla.

Se analizan principalmente dos propuestas: por un lado, crear centros de refugiados en países norafricanos a los que serían enviadas las personas rescatadas en el mar. Quienes tengan derecho al asilo podrían ser repartidos desde allí entre los países de la Unión Europea (UE). Aquellos que no cumplan las condiciones para recibir asilo serían devueltos a sus países de origen.

La segunda opción, propuesta por Francia y España, es crear en suelo europeo centros de migrantes cerrados a los que se trasladaría a los rescatados. En este caso se aplicaría la complicada normativa de asilo de la UE, algo que no ocurriría en el norte de África.

Ambas propuestas fueron criticadas por diferentes asociaciones humanitarias como Unicef, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y la organización de ayuda a los refugiados Pro Asyl. (DPA)