OEA rechaza separación de familias de Trump con un texto descafeinado 

Foto: Bryan Cereijo/dpa/dpa-mag

Washington.- La OEA aprobó hoy una resolución descafeinada que rechaza la separación de familias inmigrantes en la frontera llevada a cabo por Donald Trump y urge a su Gobierno a implementar las «medidas anunciadas» para evitarla y reunificar con sus padres a los niños que han sido apartados de ellos.

La resolución se aprobó por consenso, después de una negociación con Estados Unidos que modificó el segundo punto. Este urgía inicialmente al Gobierno de Trump «a no recurrir a la separación» de familias «ni a la privación de la libertad» de los menores.

El párrafo por el que fue sustituido y con el que se aprobó la resolución resuelve «urgir al Gobierno de Estados Unidos a implementar las medidas recientemente anunciadas dirigidas a evitar la separación de familias y tomar los pasos necesarios para reunificar a niños con sus padres lo más rápido posible».

La resolución aprobada manifiesta además «enérgicamente el rechazo a cualquier política migratoria que conduzca a la separación de familias». Es una práctica violatoria de los derechos humanos, asegura.

El documento fue impulsado por México y copatrocinado por los países del violento Triángulo Norte centroamericano (El Salvador, Honduras y Guatemala), del que huye la mayoría de las familias que desde el 19 de abril fueron separadas por el Gobierno de Trump tras cruzar sin papeles la frontera sur.

La resolución «no busca condenar a ningún país, mucho menos a uno con una sociedad democrática vibrante que ha expresado profundos desacuerdos internos (en la separación de familias)», dijo el embajador mexicano, Jorge Lomónaco. La condena es a «una política cruel e inhumana que viola los Derechos Humanos de los más vulnerables», añadió.

La separación de más de 2.300 niños de sus padres después de ser arrestados estos tras entrar ilegalmente en Estados Unidos generó una ola de indignación dentro y fuera de Estados Unidos que obligó al presidente Trump a dar marcha atrás en una política pensada para desincentivar la llegada de inmigración ilegal a su país.

La semana pasada firmó una orden ejecutiva para frenar las separaciones. Lo que hace esta, no obstante, no es dejar de perseguir penalmente a los indocumentados, algo que el Gobierno de Trump comenzó a hacer en abril, sino establecer que los niños sean encarcelados con ellos.

La Justicia estadounidense ya dijo en el pasado que no es posible más allá de los primeros 20 días y la administración de Trump espera ahora, en medio de las protestas, que un tribunal lo autorice.

El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, reiteró este viernes ante el consejo permanente lo que han venido defendiendo Donald Trump y su vicepresidente, Mike Pence, en los últimos días: que sus fronteras deben ser respetadas.

«Estados Unidos es hogar de bienvenida a inmigrantes», dijo. Pero añadió que Estados Unidos tiene el derecho «soberano» a defender sus fronteras y fijar su política migratoria.

Muchos niños separados hasta la firma del decreto continúan en centros de acogida repartidos por 17 estados norteamericanos. Una juez de California ordenó el martes al Gobierno que los reúna con sus padres en un plazo máximo de 30 días.

El documento aprobado pide también una visita a la frontera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el órgano independiente y autónomo de la OEA que vigila el cumplimiento de los derechos humanos en el continente.

La intención es que esa visita pueda servir, entre otras cosas, para la adopción de medidas cautelares por parte de la CIDH para las familias de inmigrantes en la frontera. De momento no existe ninguna de estas medidas de protección urgente que la Comisión aprueba ante el riesgo inminente de una pérdida irreparable, pero esta ha recibido al menos dos solicitudes para ello.

De momento, lo que ha hecho ha sido solicitar información a Estados Unidos, antes de decidir sobre la posible adopción de medidas cautelares, según fuentes de la propia CIDH.

La resolución insta además a dar seguimiento al tema de la separación de familias en el consejo permanente de la OEA. El jueves, el ministro de Exteriores de México, Luis Videgaray, pidió que la ONU se mantenga involucrada en él, en una reunión en Nueva York con el secretario general, António Guterres. (DPA)