La tensión entre Cataluña y España se traslada a Washington

 (Xinhua/Ivan Batyrev/TASS/ZUMAPRESS) 

Madrid/Washington.- La tensión entre Cataluña y España ha explotado en Washington durante una visita del presidente de la región del noreste español, Quim Torra.

El jefe del Ejecutivo catalán y toda su delegación abandonaron el miércoles por la noche una cena en la capital estadounidense en protesta por el discurso que en ese momento estaba pronunciando el embajador español en Estados Unidos, el ex ministro Pedro Morenés.

Una vez fuera del Museo de Historia Africana, que es donde tenía lugar el acto, Torra y los demás miembros de la delegación catalana comenzaron a aplaudir y a pedir «libertad para los presos políticos», en referencia a los políticos independentistas que se encuentran en prisión en España por haber incumplido la ley realizando en octubre un referéndum prohibido por la Justicia.

En la mañana de este jueves, Torra y Morenés tenían previsto pronunciar sendos discursos en la inauguración oficial del Festival Folk del Smithsonian, en el que este año Cataluña es coprotagonista junto a Armenia, pero las alocuciones se suprimieron a petición de la institución cultural, tras lo ocurrido la noche anterior, según fuentes catalanas.

Solo habló el director del Smithsonian Center for Folklife, Michael A. Mason. Las delegación del embajador Morenés y la de Torra se sentaron durante el acto separadas por la de Armenia.

Este desencuentro tuvo lugar durante la visita que el independentista catalán inició el martes en Estados Unidos y provocó este jueves la polémica en España en medio de la crisis abierta por el proceso independentista catalán.

El miércoles por la noche, Torra fue el primero en hablar en el acto celebrado en Washington, al que no había sido invitada la prensa.

En inglés, el «president» catalán hizo referencia a la situación en Cataluña y habló de la existencia de «presos políticos». Tras el aplauso de la delegación catalana, según relataron a los medios algunos asistentes, el embajador Morenés subió al escenario y acusó a Torra de mentir. «En España no hay presos políticos», zanjó.

Fue en ese momento cuando el jefe del Ejecutivo catalán decidió abandonar la estancia, seguido de sus acompañantes. Según los congregados, el ambiente era de tensión y se escucharon gritos de «libertad para los presos políticos».

Ya en el exterior, Torra pidió la dimisión del embajador español, que fue ministro de Defensa en el Gobierno del conservador Mariano Rajoy.

«El grado de insulto al que hemos llegado no lo podemos aceptar», dijo en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias.

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, evitó comentar los hechos, aunque matizó que en España no hay «presos políticos», sino una crisis «que hay que resolver», en referencia a la situación en la región española.

«No vamos a buscar para nada la confrontación con el Gobierno de Cataluña», explicó en Bruselas.

Por otra parte, el Ejecutivo de Torra ha hecho llegar al Ministerio de Exteriores su «malestar» por lo que consideran «una agresión verbal» del embajador español en Estados Unidos a Torra.

«Es incomprensible que aún se produzcan este tipo de escenarios de agresión verbal en un acto institucional. No parece en ningún sentido aceptable y es contradictorio con una retórica de diálogo que se pregona desde el Gobierno central», dijo el consejero catalán Ernest Maragall.

Torra llegó esta semana a Washington para participar en el Festival Folk del Smithsonian, inaugurado este jueves la Explanada Nacional de la capital, conocida como National Mall.

Pero se da por hecho que uno de los objetivos de su viaje es internacionalizar el conflicto con el Estado español por las aspiraciones secesionistas catalanas, como ya intentó su antecedor, Carles Puigdemont, en la visita que realizó en marzo de 2017 a Estados Unidos.

Puigdemont huyó a Alemania tras ser imputado por la Justicia por la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre. Torra aseguró el miércoles que propondrá al nuevo jefe del Ejecutivo español la convocatoria de un referéndum pactado sobre la independencia.

Sánchez, quien recibirá al líder catalán el próximo 9 de julio en La Moncloa, rechazó acordar una consulta en Cataluña. (DPA)