ÍNDICE

 EDUARDO J. DE LA PEÑA

Justo en estos días de denuncias electorales, quien se acercó de más a la lumbre fue el Secretario de Fomento Económico Jaime Guerra Pérez al hacer declaraciones directas en contra de uno de los candidatos a la Presidencia de la República y a favor del abanderado del PRI.

Muy pronto Jaime Guerra se convirtió en un militante más y se olvidó de la prudencia que en su faceta anterior como dirigente empresarial cuidó muy bien.

Y el que de plano si está en problemas y a punto de que se formalicen ante la PGR acusaciones en su contra es el director del Sistema CONALEP Guillermo Ponce Lagos, pues al menos en Saltillo tanto el PRD como MORENA le tienen documentado que ha presionado a directivos y maestros de planteles para que orienten el voto hacia los candidatos del PRI.

Ponce Lagos rápido pasó de dictar línea a las presiones, sin reparar en que podía ser grabado, y aunque sus subordinados cuidaron el empleo y se abstuvieron de promover otras opciones políticas en su horario de trabajo, si se dieron tiempo de quejarse en los partidos con los que simpatizan.

Por lo demás, se asegura que fue un esfuerzo y riesgo inútil de Ponce Lagos, pues las simpatías en los CONALEP están principalmente con Andrés Manuel López Obrador, que para nadie debe ser una sorpresa.

Como tampoco debe ser sorpresa que el funcionario incurra en esas prácticas, le es común no respetar límites y andar siempre en el filito, la cuestión es que ahora puede causar problemas más allá de su ámbito personal.

Pero si de decisiones y declaraciones desafortunadas hablamos, también destacan las de Armando Guadiana Tijerina, quien al hablar sobre un ataque que ocurrió la semana anterior en Piedras Negras buscando amedrentar a Claudio Bres Garza y a su familia,  dijo que Claudio va a ganar porque los nigropetenses están cansados de más de ochenta años de malos gobiernos.

Se le olvidó a Guadiana que Bres, como él mismo incluso, formó parte del PRI y de esos gobiernos que critica. Claudio ha sido ya en dos ocasiones alcalde, además de diputado federal, director general de dos áreas en el gobierno de Rogelio Montemayor Seguy y Secretario de Desarrollo Social en la gestión de Enrique Martínez.

Respecto a los hechos de la semana anterior en Piedras Negras, terminaron en daños materiales a en un vehículo de la hija de Bres, quien se mantiene firme en su búsqueda de la alcaldía, con amplias posibilidades de triunfo.

Sí, el PRI, con Sonia Villarreal que busca la reelección, está por primera vez en la historia en riesgo real de perder la alcaldía en esa icónica plaza, hasta ahora la única ciudad fronteriza que no ha tenido un gobierno municipal de oposición.

¿Pero qué necesidad?. Ya a nivel local se habían superado diferencias y agravios con Claudio, que el año anterior apoyó el proyecto independiente de Javier Guerrero, y estaba abierta la posibilidad de que se le considerara a otro cargo, tal vez para la diputación federal y que no entrara a la competencia por la alcaldía, sin embargo las candidaturas no se definieron aquí sino en las oficinas nacionales del PRI y allá hay quienes no lo han perdonado.

Aún así, antes de buscar la candidatura de MORENA a la alcaldía, Bres tuvo la opción de que el PAN lo postulara a la diputación federal, pero se atravesó Evaristo Lenin Pérez Rivera y engatusó a Bernardo González, dirigente panista, de que era la mejor opción.

Bernardo no ha aprendido, no tuvo la sensibilidad para advertir el malestar que en los panistas de Piedras Negras generaría la postulación de Lenin, ni tampoco se dio cuenta que le estaban enviando un caballo de Troya, pues Pérez Rivera ya había traicionado desde antes, y negoció la derrota con tal de que las investigaciones sobre su manejo presupuestal en la alcaldía de Acuña no sigan adelante, pues prefiere vivir derrotado pero tranquilo y en casa, que en la cárcel.

Allá en Piedras Negras, en general en Coahuila y a nivel nacional, cabe esperar cualquier resultado en las elecciones del domingo. Ninguna encuesta ni pronóstico es contundente, sobre todo en la elección de Presidente de la República.

Con todo y el margen de ventaja de uno de los candidatos, hay aún en los indecisos, o en los que no han hecho pública su intención de voto, un porcentaje suficiente para sacar adelante a cualquier otro de los aspirantes.

De lo que sí no hay duda, como lo hemos venido señalando, es que a partir del lunes comienza la reconfiguración del poder y del escenario político en México. Ya hablábamos que en ese contexto el futuro estará en juego para destacados actores locales.

Analizamos la semana anterior el caso del gobernador Miguel Riquelme, y quedó en el tintero el de muchos otros, como el de Rubén Moreira Valdez.

De algún apunte anterior, sobre la presencia de Rubén Moreira en la competencia por la coordinación de la próxima bancada del PRI en la Cámara de Diputados, hay quienes coinciden que definitivamente el ex gobernador está en esa posibilidad, pero hacen ver que también se le abre la oportunidad de ir por la dirigencia nacional de su partido y por el control de los estados en donde conserven las gubernaturas.

Está visto, Rubén Moreira tiene una capacidad de estrategia y astucia que le han permitido construir las circunstancias necesarias para alcanzar cualquier resultado planeado. Tampoco hay que perder de vista sus excepcionales relaciones con importantes mandos militares, un grupo real de poder al que poco se ha volteado a ver en esta etapa y que buscará también espacios y canales de interlocución con el nuevo gobierno.

Tiene activos y no se detiene ante nada. Será interesante ver cómo se plantea y cómo se le presenta el futuro político a Rubén Moreira.